La agencia de medición de riesgo Moody’s ha mejorado la perspectiva del sistema bancario de Paraguay, Panamá y Argentina, al cambiar su calificación de «negativa» a «estable», informó este jueves la entidad.
En el caso de Paraguay y Panamá, la mejora de su calificación se debe a la «estabilidad o mejora del entorno operativo para los próximos 12 o 18 meses», según señaló la agencia en un comunicado.
El enfoque de los bancos paraguayos en créditos al sector agrícola, los precios elevados de las «commodities» (bienes básicos) y la recuperación esperada del crecimiento económico «mejorarán las condiciones de negocio y promoverán el crecimiento de los créditos, lo que llevará a una perspectiva estable».
En Panamá, los niveles de capitalización «relativamente altos» de su sistema bancario, el fondeo local estable, los activos altamente líquidos en los balances y la recuperación de su economía son los factores que «respaldan» el cambio de su calificación.
«Sin embargo, la calificadora prevé un aumento de la cartera vencida durante la segunda mitad de 2021, así como una rentabilidad limitada debido a menores volúmenes de negocio en general y nuevas provisiones para pérdidas crediticias», advirtió Moody’s.
Respecto a Argentina, la agencia calificadora cambió su perspectiva a estable desde negativa debido a sus fundamentos bancarios «relativamente sólidos».
En ese sentido, si bien los bancos del país austral «siguen expuestos a difíciles condiciones operativas», es probable que su calidad crediticia «se mantenga estable» en los próximos 12 o 18 meses, según Moody’s.
«El crecimiento crediticio limitado de los bancos en los últimos tres años, junto con el aumento de las reservas para pérdidas crediticias, mitigará parcialmente el impacto de una mayor morosidad en 2021 a medida que finalicen las medidas de alivio financiero y los períodos de gracia», subrayó la compañía en el comunicado.
OTRAS CALIFICACIONES EN AMÉRICA LATINA
Asimismo, Moody’s mantuvo sin cambios la perspectiva «estable» para Uruguay, «lo que refleja una recuperación de la rentabilidad», así como niveles «elevados» de reservas y capital.
De hecho, pese a la elevada tasa de inflación y desempleo de este país, la perspectiva estable refleja los efectos positivos de la recuperación económica sobre la calidad de sus activos y la rentabilidad de sus bancos locales.
La agencia calificadora tampoco cambió la perspectiva «negativa» para Colombia, Centroamérica y el Caribe, lo que demuestra «el vínculo entre la calidad crediticia del Gobierno y los bancos».
Así, Moody’s prevé que el deterioro en la calidad de los activos colombianos «se materialice en 2021», aunque sus elevadas reservas para pérdidas crediticias del año anterior «compensarán parcialmente el impacto».
En cuanto a la perspectiva negativa de Centroamérica y el Caribe, Moody’s espera que la cartera en mora de los bancos crecerá en esta región en los próximos 12 meses.
«La rentabilidad de los bancos se beneficiará de un mayor volumen de negocio, pero es probable que las ganancias se vean limitadas por el nivel persistentemente alto de provisiones para pérdidas crediticias, lo que dará lugar a un crecimiento más moderado que antes de la pandemia», concluyó la agencia calificadora.
EFE
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