Por Concepción M. Moreno
Nuestro país es conocido en todo el mundo por varios tópicos, entre los que resalta el nivel de sus futbolistas, ha erigido en protagonistas este último año a sus científicos, cuya «selección» asesora al Ejecutivo de Luis Lacalle Pou en su toma de decisiones relacionadas con la covid-19.
El 16 de abril de 2020 nació el GACH (siglas de Grupo Asesor Científico Honorario), uno de los términos más usados en este año pandémico por la población uruguaya, que se acostumbró a seguir sus ruedas de prensa, a conocer a los expertos por su nombre -como si de estrellas del balompié se tratara- y a disfrutar las frecuentes metáforas futboleras usadas por su «seleccionador», Rafael Radi.
El bioquímico e investigador biomédico de la Universidad de la República (Udelar) fue nombrado coordinador general del GACH y se hizo acompañar por el gastroenterólogo Henry Cohen (área Salud, Asistencia y Prevención) y el matemático Fernando Paganini (área Modelos y Ciencia de Datos).
Bajo este paraguas, que tiene hilo directo con Presidencia de la República, unos 60 expertos de todas las ramas científicas, incluidas sociología y psiquiatría, han constituido en este tiempo un grupo de trabajo referente a nivel internacional por su interdisciplinariedad académica.
Con motivo del primer aniversario del GACH, grupo que «iba a tener un nacimiento, un desarrollo y un fin», Radi recibió a Efe en el jardín de su casa -bajo la consigna de encuentro al aire libre, distancia física y mascarilla- para una entrevista en la que afirmó que su labor aún debe seguir «un par de meses más».
«Nosotros habíamos pensado que al arribar el año ya sería el momento final de cierre, con una campaña de vacunación avanzada y un control de la epidemia», apuntó el que fuera primer uruguayo nombrado por la National Academy of Sciences de Estados Unidos como científico extranjero asociado.
Más acostumbrados al anonimato, o al menos no a un reconocimiento tan masivo, los expertos han pasado un año bajo el foco de la prensa y la opinión pública, si bien Radi resalta que el grupo ha mantenido «su firmeza y sus convicciones» de su rol de «asesoramiento científico».
No obstante, más allá del seguimiento mediático, la mayor complicación para los científicos fue el ritmo de trabajo, «a velocidades notoriamente más aceleradas» de lo habitual para ellos, que es la «velocidad de crucero, explorando los caminos y las rutas a una velocidad cómoda viendo dónde están los baches y parando en las esquinas evitando los accidentes».
CIENCIA VS. POLÍTICA
Desde el 13 de marzo de 2020 y durante nueve meses, los consejos científicos y las decisiones del Gobierno uruguayo fueron de la mano y la covid-19 fue casi residual, en comparación con las altas cifras mundiales.
Sin embargo, a comienzos de 2021 ambos empezaron a distanciarse y algunas recomendaciones dejaron de adoptarse para no quebrar la reactivación económica del país. Ahora, Uruguay vive el peor momento de la pandemia.
Radi reconoció que el GACH siempre supo que «el menú de opciones» que daría al Ejecutivo sería tomado «en forma total o parcial», ya que «tiene que balancear otros asuntos económicos, sociales, políticos».
«Ahora, cuando realmente la trasmisión comunitaria se vuelve muy importante, los casos se vuelven muy altos y empieza a haber tanto impacto en enfermos, muertos, saturación del sistema de salud, ahí le va quedando poco margen a un Gobierno para no avanzar más hacia la toma de medidas», subrayó.
Respecto a una posible frustración de los científicos, el nombrado en julio pasado Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Madrid apuntó que «hay parte del equipo que, sin duda, siente que el Gobierno se ha quedado corto en esto».
No obstante, el bioquímico afirmó que «la partidización es un factor de riesgo para la pandemia tanto como acercarse a otra persona o no lavarse las manos con alcohol gel en forma frecuente», porque «el virus y la enfermedad no tienen que ver con ideología».
Además de resaltar que el coronavirus SARS-CoV-2 ha sido «un fenómeno biológico que ha desbordado al mundo», denunció que ha habido «una falta de visión global muy grande» en cuanto a la vacunación en todo el planeta.
«Hasta que el mundo entero esté protegido no está protegido nadie del todo por la generación permanente de nuevas variantes», alertó.
EL FUTURO
Para explicar la evolución de la pandemia en Uruguay, Radi argumentó que la «foto» actual «no se ve nada bien: muchos casos, muchos muertos y el sistema de salud desbordado», pero si «uno mira la película entera y, pese a que esta es una etapa horrible, uno diría que la gestión global» fue mejor que en otros países.
Además, comentó que este fenómeno ha enseñado a la sociedad «que hay asuntos que la intuición no alcanza para entenderlos y que hay que confiar más en la ciencia y las proyecciones».
En los primeros meses de pandemia, el ‘caso uruguayo’ fue seguido de cerca por instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el MIT (Massachusetts Institute of Technology) o el Robert Koch Institute alemán.
En ese sentido, Radi rescató la idea de que este proceso ha servido para «la visibilización y la validación social de la ciencia» en Uruguay, donde existía lo que denominó «revolución silenciosa» y, en 2021, la matriculación en la Facultad de Ciencias de la Udelar ha aumentado un 45 %.
«Estamos felices de haber alentado vocaciones científicas», agregó Radi, quien llamó a una «gran reflexión» mundial a raíz de esta pandemia para defender «la sostenibilidad del planeta» frente a un «modelo de desarrollo que apunta al consumo».
El «partido», como en alguna ocasión denominó Radi a la lucha contra la covid-19, continuará todavía durante un tiempo y Uruguay cuenta con su «selección» científica para afrontarlo.
Concepción M. Moreno
Comentarios