Los cancilleres de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay se reunirán este lunes de manera virtual para analizar asuntos comerciales del Mercosur, en momentos en que el bloque atraviesa fuertes críticas internas.
Según fuentes oficiales consultadas por Efe, los dos «grandes temas» del encuentro, en el que también participarán los ministros de las carteras económicas de los cuatro Estados, serán el arancel externo común (ACE) y la «flexibilización» del bloque.
No son asuntos nuevos en la agenda del bloque suramericano, pero su discusión se reavivó hace un mes, cuando en la cumbre presidencial convocada para celebrar los 30 años de creación del Mercosur Uruguay planteó abiertamente fuertes críticas al funcionamiento de la unión.
En esa cita, también celebrada de modo virtual por la pandemia de la covid-19, el presidente, Luis Lacalle Pou, advirtió que el bloque «no puede ser ni debe ser» un «lastre» o un «corsé» para los miembros de la unión.
Ante esa afirmación, el presidente argentino, Alberto Fernández, rechazó esa idea que, a su juicio, «ayuda poco a la unidad».
Uruguay y Brasil vienen planteando la necesidad de flexibilizar las normas que impiden que los países miembros del Mercosur negocien acuerdos comerciales con otros mercados de manera independiente y no como bloque.
En momentos en que el acuerdo con la Unión Europea está paralizado en la etapa de revisión legal y que el Mercosur no ha logrado sellar otros tratados de peso para ganar mercados, esta imposibilidad es vista por algunos socios como una limitación para su crecimiento económico.
Pero Argentina, que este semestre ocupa la presidencia del bloque, ha insistido en las últimas reuniones regionales en su «profunda vocación de negociar en conjunto con un Mercosur unido, como marca el Tratado de Asunción», el acuerdo fundacional del bloque.
REVISIÓN DEL AEC
A la par de esta flexibilización para las negociaciones comerciales, la otra gran discusión se centra en el AEC, fijado en 1994 y cuyo proceso de revisión comenzó hace dos años.
El arancel máximo del bloque es del 35 %, pero el promedio aplicado es del 12 %, frente a una media global de 5,5 %, y, además, pesa incluso sobre importaciones de bienes intermedios y de capital, con tasas de hasta el 20 % que encarecen la producción local, afectando la competitividad de las manufacturas del Mercosur.
Brasil impulsa una reducción arancelaria sustancial y amplia, pero Argentina, tradicionalmente más proteccionista, está dispuesta a rebajas más moderadas y selectivas, que no afecten manufacturas nacionales sin capacidad para competir con importaciones desde otros mercados.
El pasado 7 de abril, en una reunión del Grupo de Mercado Común del bloque, Argentina presentó su propuesta de modificación del ACE «inspirada en los objetivos de priorizar los aspectos productivos e instrumentos que favorezcan la competitividad, cuidando las sensibilidades sectoriales».
Según informó entonces la Cancillería argentina, la propuesta incluye un «escalonamiento arancelario» y una mayor reducción del AEC en materias primas e insumos y no en bienes finales, «mejorando la protección efectiva» de éstos últimos.
EFE