Por Santiago Carbone
Constructor de dos barrios con soluciones para inmigrantes y ejecutor de otros negocios que transformaron la historia local, el español Emilio Reus es considerado un «adelantado» que marcó a la ciudad de Montevideo.
Nacido en 1858, el madrileño fue una figura destacada que de joven conoció el éxito en el mundo académico y que llegó a América después de que las crisis de los bancos ingleses lo condujeran a su primer fracaso.
En 2021, con motivo del 130º aniversario de su fallecimiento, la viceministra uruguaya de Educación y Cultura de Uruguay, Ana María Ribeiro, repasa para Efe algunos hechos de la vida de quien a los 19 años brindaba conferencias sobre oratoria en el Ateneo de la capital española.
CAPITALISMO, ESPECULACIÓN Y CONSTRUCCIÓN
«Fue un dinamizador importantísimo del joven sistema capitalista», asegura Ribeiro al hablar de Reus, quien tenía un doctorado en Derecho y otro en Filosofía y Letras, quien, no obstante, no lo llevó a Uruguay, sino que contribuyó a su renovación.
«Lo que trajo fue un impulso de un capitalismo renovado que ya no era el basado en las ideas mercantilistas que impulsaron los primeros conquistadores. Es un capitalismo más apegado a una etapa distinta, una etapa de especulación financiera, una etapa de crecimiento constante y de mucho espacio para las iniciativas individuales», destaca.
Por otra parte, la viceministra cuenta que cuando Reus viajó hacia Suramérica en barco, allí vio «el mundo de los inmigrantes» y entendió que lo que estos necesitaban era trabajo y vivienda.
«Vio la oferta y la demanda que ellos iban a establecer en el territorio y entendió que había un negocio que nadie había abordado todavía. Uno de sus emprendimientos más recordados, sobre todo porque lleva su nombre y porque marcó a la ciudad, son los barrios que creó: el Reus al norte y el Reus al sur», sostiene.
Reus hizo viviendas «prácticas, sólidas, dignas y económicas» para familias que querían llegar a la clase media, empleó a unos 1.500 trabajadores y erigió un barrio de casas modernistas y coloreadas que hoy se convierten en postal turística en una de las zonas comerciales más transitadas de la capital uruguaya.
Lamentablemente Reus al sur no existe y el Hotel Nacional, otra de sus creaciones arquitectónicas, afronta un severo deterioro.
Ribeiro también destaca que el español fue quien impulsó la idea de que el Estado debía ser «un gran y dinámico agente de inversión de capitales» en materia de construcción de barrios y de crecimiento urbano.
«Él crea la idea del banco con préstamos de tenor hipotecario», apunta la viceministra, quien destaca que al caer su empresa nació el Banco Hipotecario del Uruguay, que existe hasta la actualidad y facilita soluciones de vivienda.
También explica que hizo otros negocios entre los que destacó la compra de barcos para trasladar ganado a Buenos Aires; la adquisición de una fragata para llevar tasajo a Cuba y la de barcos de descarga para que estos trabajaran en la principal terminal marítima de la capital.
Finalmente, Ribeiro cuenta que muchas de estas cosas llevaron al español a que ya en ese momento especulara de una manera «que hoy es absolutamente normal».
TRAJES DE ÉPOCA
Dentro de las obras que Reus levantó en la capital uruguaya, una fue lo que pudo transformarse en un establecimiento médico hidro-termo terápico, algo que finalmente no sucedió por su muerte a los 32 años.
En este edificio, ubicado en el casco histórico de Montevideo, hoy funciona el Museo de Arte Precolombino e Indígena, donde en estos días de cierre por pandemia, sus luces permanecen encendidas para que los transeúntes puedan disfrutar desde la calle una muestra que lo recuerda.
«La idea fue recrear y homenajear a Reus con sus trajes, los trajes que podrían haber existido en esa época. Por eso nos gusta decir que nos vestimos para homenajear a Reus a 130 años de su fallecimiento», dice a Efe la comisaria de la exposición, Sonia Fontans.
Según apunta, la decisión de recordarlo así se debe a que lo que el español dejó fue el edificio.
«Nosotros de alguna forma tenemos que homenajear esta estructura magnífica y nos gustaría haberlo hecho abriendo las puertas y que la gente conociera. En este momento no podemos hacerlo, entonces la forma fue de donde la gente puede verlo, recreando una escena de época y reivindicando el edificio como lo que pudo haber sido y no fue», explica.
Dentro de esta muestra, entre varios maniquíes perfectamente vestidos, una representación de Reus da la espalda a las ventanas y se aleja dejando su legado, ese que Montevideo aún recuerda.
EFE
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