Por Federico Anfitti
Uruguay vivió este jueves su segundo paro general contra el Ejecutivo de Luis Lacalle Pou en un día «positivo», según la central sindical PIT-CNT, con actividad normal en buena parte de la vida económica y cuestionado por el oficialismo que lo vio como una excusa para la recolección de firmas contra una ley que se pretende llevar a referéndum.
Este paro general de 24 horas que, según afirmó el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, fue «contra el hambre y la desigualdad, por trabajo y salario», se llevó a cabo con diversas actividades en todo el país, si bien su acto central aconteció en Montevideo con una caravana de automóviles y la entrega de una carta con reclamos al mandatario.
Uno de los focos de la jornada estaba, efectivamente, en la puesta en marcha de varios puntos establecidos por todo el país que permitieron continuar con la recolección de firmas contra 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), proyecto estrella del Gobierno de Luis Lacalle Pou y aprobada en julio de 2020.
Esta recogida se inició meses atrás y el objetivo es alcanzar las 700.000 necesarias antes del 9 de julio -cuando se cumple un año de la promulgación de la ley- para la celebración de una consulta popular.
En lo que concierne a la protesta, fueron cientos los que se concentraron delante de la Torre Ejecutiva de Montevideo para mostrar sus reclamos y dejar una carta a Lacalle Pou, que fue entregada por el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, junto a Abdala.
«Entendemos que la población trabajadora y nuestro pueblo están pasando por una situación dramática en medio de una pandemia, pero, además, con 100.000 pobres más, con desempleo, con falta de perspectivas», comentó Abdala.
Si bien no se animó a dar cifras de adhesión, el secretario general aseguró que fue «un enorme paro general» que detuvo al país. Sin embargo, en las calles se pudo notar un tránsito casi normal con alta cantidad de autobuses y comercios abiertos.
Pese a que el paro fue llamado para todo el territorio del país, Montevideo fue el epicentro de la protesta, con una caravana de vehículos que rodeó la Plaza Independencia -donde se ubica la Torre Ejecutiva- bocinas, gritos, cantos, pancartas y varios reclamos que incluyeron una renta básica para reducir la movilidad, contratación de obra pública y aumento de salarios.
Uno de los temores era que el paro afectara la vacunación contra la covid-19; sin embargo, la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) aseguró que los servicios esenciales, como el de la vacunación, no se vieron perjudicados.
LA CRÍTICA OFICIALISTA
La huelga de 24 horas se dio en el marco del peor momento de la pandemia en el país que, hasta este jueves, acumula 348.662 casos positivos (30.122 activos), 410 personas en Cuidados Intensivos (CTI) y 5.152 muertos. A todo ello, se agrega que faltan pocas semanas para la fecha límite para alcanzar las firmas necesarias para poder ir al referéndum.
Por ello, desde el oficialismo acusaron al PIT-CNT de utilizar la huelga y la crisis social como excusa para tener una jornada ardua de recolección.
En concreto, el senador Jorge Gandini sostuvo en declaraciones a Canal 4 que este paro es «contra la LUC» disfrazado de huelga contra el Gobierno.
En la misma línea, el ministro de Trabajo y Seguridad Social del país, Pablo Mieres, señaló en declaraciones a Canal 12 que la huelga tiene «relación directa» con la recolección y que «uno no es tonto» como para no darse cuenta del asunto.
Sin embargo, el presidente del PIT-CNT afirmó este miércoles en una conferencia que asumir que la jornada fue con la intención única de juntar firmas es «faltar el respeto» a su inteligencia, y que si alguno pensó que la central sindical no iba a luchar por estar en pandemia «está muy equivocado».
EFE