Por Santiago Carbone
Protagonista del premiado filme «La noche de 12 años», inspirado en uno de sus libros, el escritor Mauricio Rosencof, alguien que sufrió torturas y vejaciones durante la dictadura (1973-1985), opina que la pandemia es el acontecimiento «más feroz» que recuerda.
Preocupado por la situación que atraviesa el mundo, el periodista, preso durante el régimen cívico-militar junto a los entonces guerrilleros José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro -que llegarían a ser, respectivamente, presidente de Uruguay y ministro de Defensa-, asegura que lo que está sucediendo «es digno de una novela de ciencia ficción».
A días de cumplir 88 años, Rosencof charla con Efe tras la publicación de su último libro, «La caja de zapatos» (Alfaguara/Penguin) y la reedición de una de sus obras más emblemáticas, «La rebelión de los cañeros» (Ediciones del Berretín), de 1968, y en medio de la desazón que le provoca ver fútbol sin público en las tribunas.
También se hace un lugar para hablar del coronavirus y resalta: «Si hace 30 años se hubiera escrito una novela de ciencia ficción con esto que está pasando, decía: ‘qué bien escrita que está, mira qué imaginación que tiene'».
UN TEMA QUE NO CERRARÁ
Para el escritor, quien durante sus 12 años en prisión escribió versos clandestinos en papel de fumar y guardó muchos otros en su cabeza, la pandemia se transformó en algo que no habrá «manera de cerrarlo».
Indica que, más adelante, estará presente en la literatura, el teatro, el arte, los comentarios y los ensayos, como sucedió antes con otras enfermedades.
Aunque Rosencof no confirma si en algún momento su pluma le dedicará palabras al coronavirus SARS-CoV-2, sí cuenta que, poco tiempo después de haber publicado su última obra, ya está escribiendo nuevamente.
Asegura que lo hace por aquella frase «bíblica» que le dijo el ‘Macho’ Gutiérrez, uno de los parroquianos del bar que frecuentaba, cuando se enteró de que había publicado su primer cuento: «‘Está muy bien’, me dijo. ‘A la humanidad hay que entretenerla con algo'».
Según cuenta Rosencof, su última obra -publicada en mayo- cuenta la historia de un individuo que está entre cuatro paredes bajo la sombra que irradia una capucha interna y con el riesgo de que lleguen a hacer cumplir la sentencia que le habían anunciado, que es «el punto final».
«Por debajo de la capucha pasa toda su historia; entonces llega a la conclusión que uno es su memoria», dice el escritor, quien en varias oportunidades contó que, durante su tiempo de reclusión, forjó un lenguaje propio con Fernández Huidobro arañando y golpeando con sus nudillos la pared que los separaba.
LAS MUERTES EN NÚMEROS
Sobre la pandemia, Rosencof también tiene palabras para hablar de cómo se vive la situación en Uruguay y se muestra crítico con muchas decisiones adoptadas por el Gobierno de Luis Lacalle Pou.
«Me parece que lo más importante ha sido la creación de los grupos de científicos que sin recibir nada a cambio hicieron propuestas», enfatiza.
No obstante, resalta que muchas de estas no fueron tomadas en cuenta por un Ejecutivo que, desde su punto de vista, «se inventa enemigos cuando hay una oposición que plantea medidas que se ajustan a las que propusieron los científicos del Grupo Asesor Científico Honorario» (un grupo formado por más de 50 expertos que le asesoraron en el manejo de la pandemia).
También, critica que los fallecidos por esta enfermedad «se transformaron en números».
«Los han reducido a números, no tienen carne, no tienen hueso, no tienen familiares, no tienen hijos, no tienen padres, no tienen hermanos», concluye Rosencof, quien resalta que, en plena modernidad, él sigue tecleando la máquina de escribir que tiene en su oficina.
EFE
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