Por Natalia Kidd
Los ministros de Exteriores y de Economía de los países miembros del Mercosur no lograron este miércoles llegar a consensos en asuntos clave de la política comercial del bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, profundizando las diferencias entre los socios sobre el rumbo del proceso de integración regional.
En la antesala de la cumbre semestral del bloque, la reunión del Consejo Mercado Común (CMC) celebrada este miércoles de modo virtual se vio sacudida cuando Uruguay anunció a sus socios que comenzará a negociar por fuera del bloque acuerdos comerciales con terceros países.
Ante la falta de avances en la firma de nuevos pactos comerciales de peso, Montevideo reclamaba una flexibilización de las normas del Mercosur para que sus miembros tuvieran la posibilidad de negociar en solitario y no como un único bloque.
Pero Argentina, que este semestre ha ejercido la Presidencia pro témpore de la unión, ha resistido esa propuesta, reivindicando, entre otras normas comunes, lo establecido en el Tratado de Asunción (1991), el acuerdo fundacional del bloque y que marca «la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados».
«Argentina está convencida de que el Mercosur es la principal plataforma desde la cual avanzar hacia la inserción en el comercio mundial y que su consolidación y accionar conjunto consensuado son claves para que esa inserción sea provechosa», dijo este miércoles el canciller argentino, Felipe Solá, al presidir la reunión ministerial.
Sin consenso entre los miembros, Uruguay reafirmó en el CMC su «pertenencia» al Mercosur como miembro pleno, pero comunicó que «comenzará a conversar con terceros para negociar acuerdos comerciales extrazona», según informó el Gobierno uruguayo en un comunicado.
Uruguay sostuvo que, «inspirado en principios de gradualidad, flexibilidad y equilibrio, actuará conforme a ellos en materia de inserción internacional» y alegó que, según su interpretación, la decisión 32/00 del bloque «no está en vigor ya que nunca fue internalizada».
La decisión 32/00, aprobada en junio de 2000 por el CMC, reafirma «el compromiso de los Estados partes del Mercosur de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias».
TAMBIÉN SIN ACUERDO SOBRE AEC
Según informaron fuentes oficiales, los socios tampoco lograron llegar al consenso necesario para definir una rebaja del arancel externo común (AEC), cuyo proceso de revisión comenzó hace dos años.
El AEC del Mercosur es de un máximo del 35 %, pero el promedio aplicado es del 12 %, frente a una media global del 5,5 %.
Mientras Uruguay y Brasil promueven una reducción arancelaria sustancial y amplia, Argentina propone rebajas más moderadas y selectivas que no afecten a manufacturas nacionales sin capacidad para competir con importaciones desde otros mercados.
Paraguay, por su parte, dijo este miércoles en un comunicado que «desde el principio acompañó los trabajos de revisión del AEC, presentando opciones, con el objetivo de obtener un nuevo AEC, ajustado y más competitivo, en un marco de equilibrio de intereses».
EMPRESARIOS PREOCUPADOS
El Consejo Industrial del Mercosur, integrado por las cuatro mayores patronales industriales de los países del bloque, difundió este miércoles una declaración en la que expresa la «preocupación» de los empresarios «ante la posibilidad de que se adopten decisiones que pueden tener un gran impacto en el entramado productivo».
Ya el mes pasado, en una declaración conjunta los industriales de Argentina y Brasil habían rechazado una eventual reducción unilateral del AEC y reclamaron que se mantenga «la obligación de actuar en forma conjunta» en las negociaciones externas «para preservar y potenciar la capacidad negociadora» de la región.
A PUERTAS CERRADAS
Tras un semestre de álgidos debates internos y hasta con declaraciones altisonantes por parte de los presidentes de los cuatro miembros plenos del bloque, el Mercosur llega a la cumbre de este jueves con un clima tenso.
La cita presidencial, en la que el presidente argentino, Alberto Fernández, le traspasará la titularidad rotativa del bloque al brasileño, Jair Bolsonaro, se celebrará, por cuarta vez consecutiva, de modo virtual por la pandemia de covid-19.
Pero, además, se hará a puertas cerradas, sin transmisión pública de los debates entre los mandatarios, según confirmaron a Efe fuentes oficiales.
EFE
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