Por Alida Juliani
El expresidente argentino Mauricio Macri asegura en una entrevista con EFE en Madrid que su país no necesita «mesianismos», ni «personas iluminadas» que acudan a salvar a los ciudadanos, sino que debe «pensar en concepto de equipo, que cada uno es parte de él, y volver a lo básico que perdió, que es simple: la cultura del trabajo».
«Yo mismo he tratado de no abonar la idea del caudillo, tal vez para hacer una contracara de lo que a la Argentina no le ha funcionado, y que se sepa que el futuro y la felicidad de todos pasa por lo que uno puede aportar a la sociedad, no sentarse en su casa a esperar que un político le regale un plan, vivir de la dádiva y la discrecionalidad de la política», explicó el exmandatario.
Macri reconoció que en las elecciones de 2019, que ganó el actual presidente, Alberto Fernández, con un 48% de los votos, no supo convencer a los votantes de que «volver a atrás iba a ser un desastre para Argentina».
«Y a día de hoy todavía me lo cuestiono, ¿cómo no encontré la forma de que viesen lo que yo veía con claridad?. Sin embargo hoy creo que una parte importante de ellos se dieron cuenta de que fue un tremendo error», señaló.
Con ese convencimiento Macri cree que el país está tomando conciencia de la importancia de un cambio de gobierno que lleve de nuevo al país a «ser parte del mundo, comprometido con la transparencia, con el respeto a la ley».
«ARGENTINA ESTÁ INVOLUCIONANDO»
A su juicio, con el regreso del kirchnerismo al poder, Argentina está «involucionando», en aspectos que considera habían progresado durante su periodo de gobierno como por ejemplo, la política exterior: «pasamos de ser anfitriones del G20 y con perfectas relaciones con el mundo entero, salvo con países como Venezuela o Irán, a tener conflictos con casi todos los países, incluido el Mercosur, que está en crisis por las tensiones y falta de diálogo con Brasil y Uruguay, especialmente».
Sin embargo, ahora, «hemos tenido conflictos con Chile, con Colombia, con países europeos, vamos y venimos con Estados Unidos, salimos del Grupo de Lima, que condena la violación de derechos humanos en Venezuela, con la OEA, y a eso hay que sumarle haber vuelto a alterar profundamente la macroeconomía».
«Nosotros llegamos casi a un equilibrio fiscal, hoy estamos en un déficit altísimo. Hemos empezado a bajar impuestos muy distorsivos que alejan la generación de empleo, porque alejan la inversión, han caído en una hiperregulación, atropellos del estado a la actividad privada, generado un impuesto por mes», enumeró Macri.
Aunque también reconoció que su Gobierno no pudo cumplir las expectativas que se habían marcado, empezando por una campaña electoral «que negaba la realidad de un Estado Nacional que estaba quebrado. Fue una campaña muy positiva y negadora por parte de ambos candidatos».
«Este es un mundo que se maneja por expectativas y nosotros generamos una expectativa con la que después no pudimos estar a la atura», dijo Macri, que destaca además el poco margen de maniobra que tuvo su Ejecutivo con minorías en ambas cámaras.
UN SEGUNDO TIEMPO DEL CAMBIO
El exmandatario argentino confía en poder rectificar aquellos errores en un futuro, «con todos los aprendizajes que hicimos como dirigentes».
Y confía en su equipo de Juntos para el Pueblo, formado, explica, por personas jóvenes que tiene experiencia de gobierno.
Si ese equipo va a estar encabezado por el como candidato a la presidencia Argentina no es algo que pueda afirmar en estos momentos, aunque reconoce que el título de su libro, «Primer tiempo», es muy «provocador»
«Pero lo hice a propósito porque quería que quede claro que hay un segundo tiempo del cambio, que esto fue el prólogo. Extraño, porque hay un entretiempo largo, pero ya hemos vuelto a recorrer el camino del segundo tiempo, esta maduración de la gente nos va a llevar ahí y lo importante es que Juntos por el cambio volvamos a gobernar», concluyó.
EFE
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