La Cámara de Representantes de Uruguay rechazó en la madrugada de este jueves «la escalada represiva y de incitación a la violencia» por parte del «régimen dictatorial» de Miguel Díaz-Canel, como también se opuso a «todo tipo de embargo económico, comercial y financiero» contra este país.
La resolución fue aprobada por 48 votos en 87 legisladores presentes y no contó con el apoyo del principal partido de la oposición; el Frente Amplio.
En la resolución presentada por el legislador Juan Martín Rodríguez del Partido Nacional, se condena la represión contra «las más recientes manifestaciones pacíficas del pueblo cubano, en reclamo de libertad» y de productos básicos para evitar fallecidos, heridos, encarcelados y desaparecidos.
«Reclamo a las autoridades cubanas a liberar de inmediato a las personas detenidas por el solo hecho de hacer uso de los derechos de manifestación pacífica y libertad de conciencia así como el cese de hostilidades, dando inicio a un proceso de apertura democrática tan ansiado y reclamado hace tantos años por el pueblo cubano», acota el texto.
Además, los diputados uruguayos convocan a la comunidad internacional a expresarse sobre este tema y colaborar pacíficamente con «la transformación del marco jurídico que actualmente admite y sostiene la flagrante violación de derechos fundamentales» en Cuba.
La Cámara de Representantes uruguaya también reivindica «los principios de no intervención y libre determinación de los pueblos», por lo que rechaza todo embargo hacia la isla.
Este miércoles el Gobierno uruguayo también se pronunció sobre las manifestaciones en Cuba y solicitó a su par que asegure «el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales».
Mientras que el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, subrayó este lunes que el pueblo cubano demuestra «un coraje digno de admirar» ante las protestas y describió a Cuba como «una dictadura que no respeta los derechos humanos».
Este domingo, miles de cubanos salieron a las calles para protestar contra el Gobierno al grito de «¡libertad!», en una jornada inédita que se saldó con cientos de detenidos y enfrentamientos después de que el presidente Miguel Díaz-Canel conminara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.
Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado «maleconazo» de agosto de 1994, se llevan a cabo con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, afectado por la pandemia y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.
EFE