En un continente fuertemente golpeado por la covid-19, con gran parte de los países por debajo del 15 % de su población completamente inoculada, Uruguay quiere hacer valer su fortaleza y desarrollar un turismo de vacunas para impulsar un sector que se ha visto devastado en pandemia.
Esta iniciativa, impulsada por legisladores, gobiernos departamentales y sector privado, busca atraer a turistas que, además de interesarse en los atractivos del país suramericano, quieran poner el brazo para recibir las vacunas que no consiguen en sus naciones.
«Para aquellos turistas que no estén vacunados, la propuesta nuestra es que ingresen al país con un PCR negativo, y ahí van por un salvoconducto a un hotel en el que tienen que permanecer durante siete días. Luego se le hace nuevamente un PCR y se le da la vacuna. Si el segundo test da negativo pueden transitar libremente», cuenta a Efe la diputada del Partido Colorado Nibia Reisch.
Según cuenta la diputada oficialista, esta idea ya fue trasladada al secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y se espera una reunión en los próximos días con autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Actualmente Uruguay tiene sus fronteras cerradas. Sin embargo, el reciente descenso de positivos y de muertos por covid-19 -pese a que abril, mayo y junio fueron los peores meses de la pandemia- hace prever que para la primavera austral puedan reabrirse.
UNA ALTA INMUNIZACIÓN
Hasta las 15.28 horas (18.28 GMT) de este lunes, 2.542.179 personas habían recibido al menos una de las dos dosis de las farmacéuticas china Sinovac, anglo-sueca AstraZeneca o la estadounidense Pfizer. De ellas, 2.143.708 (un 60,51 % de la población) completaron la pauta de inmunización.
Ese alto porcentaje hace que Uruguay, pese a la eventualidad de que el Gobierno ofrezca una tercera dosis de refuerzo, pueda imitar la estrategia de países como Estados Unidos -o como Cuba, que ya anunció que lo hará- de ofrecer al turista la posibilidad de vacunarse.
Ciudadanos de varios países de Latinoamérica, incluido Uruguay, viajaron en los últimos meses a Estados Unidos para inocularse con dos dosis de Pfizer -quienes no tenían ninguna- o con una de refuerzo de este laboratorio -en caso de haber sido vacunados con Sinovac-.
«Lo que apuntamos es también a incentivar el sector turístico, que ha sido sumamente castigado y que es un motor importante en nuestro país», recalca la legisladora.
Asimismo, detalla que los propios hoteles podrían asumir la compra de las vacunas, por lo que esta propuesta no generaría mayores costos al país.
Por su parte, el viceministro de Turismo, Remo Monzeglio, señala a Efe que «es factible» pensar en que el país podrá tener «capacidad ociosa de vacunación», que permitiría aplicar una medida como la que propone la legisladora.
«Marcaría no solamente una apuesta importante hacia el turismo, sino también un mensaje de solidaridad con otros países que no tienen este ritmo de vacunación que tiene el Uruguay», explica.
Para el viceministro, apenas Uruguay abra sus fronteras, el turismo «se va a reactivar», pese a que, desde que está declarada la emergencia sanitaria -el 13 de marzo de 2020-, ha funcionado con turismo interno. «Nunca antes» los uruguayos se han volcado tanto a conocer su propio país, apunta.
Sin dudas, uno de los departamentos que se ha visto más afectado por la ausencia de turistas es Maldonado, debido a que allí se encuentra uno de los sitios más populares , como Punta del Este, con alta afluencia principalmente de argentinos.
El director de Turismo departamental, Martín Laventure, explica a Efe que esta iniciativa de la diputada cuenta con el apoyo del intendente local, Enrique Antía, y del sector privado.
«En poco tiempo Uruguay va a alcanzar un número importante de su población vacunada. Porque es bueno recalcarlo: que esto es siempre pensando después de que toda la población uruguaya esté vacunada», enfatiza.
Para Laventure, tanto el país como su departamento están capacitados para la gestión de una posible llegada masiva de turistas interesados en recibir una vacuna -como ha sucedido en otras partes del mundo- y eso se refleja en la buena capacidad de inoculación que ha demostrado el sistema en estos meses.
Si bien faltan cosas por resolver y, aunque no se trataría de una propuesta de aplicación inmediata, Uruguay podría convertirse en oferente de vacunas a una región que, en muchos casos, carece de ellas.
EFE
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