La construcción del emisario subfluvial para la planta depuradora Berazategui que pretende instalar el gobierno argentino en Buenos Aires se convirtió en un nuevo escenario de disputa diplomática con Uruguay. En las últimas semanas las delegaciones de ambos países en la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) intercambiaron notas en las que reflejan posiciones opuestas acerca de si ese proyecto cuenta con la autorización necesaria del gobierno uruguayo para su desarrollo, informa este jueves el Semanario Búsqueda.
En el año 2013, empezó a construirse la planta depuradora Del Bicentenario, en el Partido de Berazategui, en el Gran Buenos Aires, que se estima beneficiará a unos 4 millones de habitantes. Con una inversión de 482 millones de pesos y el empleo de 400 trabajadores directos, la obra se destina a tratar las aguas residuales de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense, aportando mayor flexibilidad al sistema de saneamiento existente y continuando con la expansión de la red de desagües de cloacas.
A diferencia de otras plantas, según publica Ámbito, donde el volumen de tratamiento es bajo, la del Bicentenario podrá depurar 2,2 millones de m3 diarios, producidos por una población de cuatro millones de habitantes. Además, se estima que la planta removerá diariamente 22 toneladas de residuos sólidos, 52 toneladas de arena y 95 toneladas de grasas.
La obra se enmarca en un plan de saneamiento que pretende llevar adelante la estatal argentina Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA). El emisario tendrá una extensión de 7,5 kilómetros y cuatro metros de diámetro, por donde pasarán los desechos de unos cuatro millones de habitantes de Buenos Aires. Serán unos 120.000 metros cúbicos por hora de líquidos tratados, de acuerdo a la información publicada por AySA, que se arrojarán al cauce del Río de la Plata.
El 29 de junio la delegación argentina presentó una nota en la CARP en la que indicó que habían vencido los 180 días para que la contraparte uruguaya formulara “objeciones al proyecto” que había presentado el gobierno de Alberto Fernández.
Esta nota generó malestar en Uruguay, que un mes después respondió dejando claro que no hace la misma lectura que su contraparte argentina.
La delegación uruguaya en la CARP “no ha prestado su consentimiento ni expresa ni tácticamente al proyecto de obra del emisario subfluvial para la planta depuradora Berazategui”, dice la nota firmada por Alem García. “Por el contrario, dentro de los plazos estipulados” Uruguay planteó que “la información proporcionada no era suficiente ni completa para poder ejercer el derecho a analizar el impacto de la obra”, publicó este jueves Búsqueda.
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