El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó, este jueves 5, el proceso que se lleva adelante para realizar el Censo 2023, que ofrecerá nuevos datos demográficos de Uruguay. El titular del INE, Diego Aboal, sostuvo que el registro, que requerirá de 10.500 personas para el trabajo de campo, será obligatorio y permitirá conocer la cantidad de habitantes, viviendas y hogares.
El INE realizará en 2023 el noveno censo de población, el quinto de hogares y el séptimo de viviendas. Sus características serán las de un censo de derecho, similar a los de 2004 y 2011, lo que supone registrar a toda la población del país en la vivienda u hogar donde reside habitualmente.
Aboal expresó que esta iniciativa es la mayor operación estadística del instituto y que genera información de relevancia para todo el país. Asimismo, celebró el apoyo de la OPP, que priorizó el proyecto y adjudicó los fondos necesarios.
El cronograma de actividades comenzó en el año 2020, habrá pruebas piloto durante 2021, otra etapa de registro experimental en 2022 y se concretará el trabajo de campo en 2023. La cobertura será universal, mediante un cuestionario al que la ciudadanía puede hacer aportes en el sitio web del INE.
El jerarca explicó que el personal de campo será contratado, para asegurar la cantidad necesaria, y que la muestra se tomará con dispositivos electrónicos que facilitarán el procesamiento de los registros. Además, se realizará una evaluación para calificar la calidad de los datos obtenidos. “Es un censo tradicional de golpear puertas”, relató.
Informó que, una vez culminado este proceso, se comenzará a avanzar en el uso de registros administrativos para el conteo de población, método con el cual se puede acceder al 98% de las viviendas. En el cuestionario se incluirán cuestiones de género y se podrá acceder, a través del sitio web del INE, para completar parte de la información.
En su intervención, Alfie destacó que la tarea del emprendimiento no es solo contabilizar la población total del país, sino también conocer dónde y cómo vive y las necesidades que plantea. “Es un despliegue de una magnitud enorme”, manifestó.
Señaló que las variables que ofrece esta tarea permitirán planificar políticas y acciones de gobierno y focalizar de forma certera los recursos públicos. Además, planteó que el Censo 2023 será el último de esta dimensión territorial, ya que la corriente mundial ha transitado hacia los registros estadísticos y administrativos.
El titular de la OPP hizo referencia, asimismo, a la comunicación de los resultados. Dijo que se llevarán a cabo todas las etapas necesarias y se tomarán precauciones para obtener datos confiables. No obstante, remarcó, la tecnología permitirá conocer información más rápido que en otras oportunidades. “Es un insumo para la población, pero, básicamente, para el sector público y la toma de decisiones intrínseca”, indicó.
Respecto al asesoramiento de Rosa Groskoff, manifestó que es un gran aporte en cuanto a experiencia, ya que fue la directora del INE que gerenció la muestra realizada en 1985. Insistió en que la actual es la etapa clave del proceso, ya que es cuando se planifica toda la operativa y las variables por medir.
El director del Censo 2023, Leonardo Cuello, estimó que se necesitarán 10.500 censistas, que trabajarán en todo el país durante un mes. “El desafío es llegar a ese número y distribuirlo en todo el territorio”, manifestó.
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