Carmelo Animales se presenta en las redes sociales como «un grupo de pocas personas dispuestas ayudar a los animales , a cuidarlos y darles una nueva oportunidad de vida.» Y aclaran por las dudas que ese grupo no funciona como un depósito de animales.
En la última sesión el Municipio de Carmelo recibió a dos de sus tres integrantes. Escuchar a Agustina Galizzi y Elfa Torres es ingresar a un espacio de compromiso, dedicación permanente, amor por los animales y descubrir cómo la sociedad los trata a muchos de ellos.
Tres mujeres que son el alma y el corazón de Carmelo Animales, una organización que no alcanza a contar a sus integrantes con los dedos de una mano, pero que hace mucho, y recibe también no solo problemas sino otras manos amigas que brindan ayuda.
El diagnóstico de la problemática de los perros en Carmelo es claramente identificable, falta compromiso y responsabilidad en los dueños de los animales. Galizzi y Torres narraron infinidades de situaciones al límite donde incluso muchas veces se concurre a ayudar pero reciben insultos.
En nuestra ciudad los perros callejeros tienen todos dueños «por eso hay horas en la noche que uno recorre la ciudad y no encuentra animales sueltos, están en su hogar», concluye una de las activistas.
«Nosotros no tenemos día, hora, para salir a atender cualquier situación que puedan imaginar que incluya un animal. Noches de lluvia y tormenta, días calurosos y helados, en cualquier momento podemos recibir un alerta y allá vamos», comentan en la sesión del Municipio, donde fueron recibidas para ser escuchadas e intentar -entre todos- crear soluciones.
El desafío es castrar animales, pero llegar a cada dueño y convencer a la gente es muy difícil concluyen. Estas mujeres por sí solas han ganado algunas batallas, por ejemplo la de sacar de la calle a cinco perros que se dedicaban a atacar motociclistas.
El trabajo es a pulmón, y el horizonte es el día a día, para ir atendiendo una multiplicidad de situaciones que vinculan la relación de los seres humanos con los animales. Escuchando a estas mujeres uno percibe que no todo esta perdido.