En tres hospitales públicos de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) el 100% de los profesionales son “objetores de conciencia” y allí no se practican interrupciones voluntarias del embarazo. Esto ocurre en el hospital departamental de Melo (Cerro Largo), en Carmelo y en Mercedes (Soriano).
El dato surge de un pedido de acceso a la información realizado por la organización Mujer y Salud en Uruguay (MYSU) sobre los abortos en 2020 y publicado hoy por El País.
Además de los tres centros en donde todos los médicos se niegan a practicar abortos, en uno de cada tres hospitales hay entre un 50% y un 99% de ginecólogos objetores. En total, el 63% de los servicios tiene menos de la mitad de objetores de conciencia, señala el informe.
Consultado al respecto, el responsable del Observatorio Nacional de Género y Salud Sexual y Reproductiva de MYSU, Santiago Puyol, dijo que “se ponen barreras” cuando todos los profesionales de un centro se niegan porque eso “implica que las mujeres sí o sí se deben trasladar para conseguir la intervención”, algo que “no es fácil en muchos casos”, publicó el matutino.
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