La escena editorial uruguaya celebra desde este martes su Feria Internacional del Libro en un encuentro que, pese a no contar con invitados extranjeros por el cierre de fronteras, saca músculo con el foco puesto en la creación local y busca un ansiado reencuentro entre autores y lectores.
Tras un 2020 que supuso una pausa obligada por la pandemia, con la celebración de una modesta Plaza del Libro, la tradicional carpa con la que Montevideo acoge su mayor fiesta del libro vuelve a ocupar la céntrica explanada de la Intendencia (gobierno local) en una edición en que los libreros y autores uruguayos «tienen mucho para mostrar».
Así lo expresó a Efe el presidente de la Cámara Uruguaya del Libro (CUL), Álvaro Risso, quien destacó que se decidió volver a hacer la Feria en su formato tradicional, y no reducido como el año anterior, al ver «que las condiciones sanitarias mejoraban».
«Ya sabíamos que no íbamos a tener presencia internacional y que por el cierre de fronteras no íbamos a poder tener un país invitado de honor, pero de todas formas entendimos que el libro necesita de un acontecimiento promocional importante, único en el año como es la Feria Internacional del Libro», subrayó.
Si bien señaló que la organización ha contado con poco tiempo, ya que en agosto se tomó la decisión de hacerla, confió en que el «know-how» que tienen de muchos años va a permitir desarrollar de buena forma este evento que comienza este martes y terminará el 7 de noviembre.
«Ojalá que la gente nos acompañe, pensamos que vamos a tener mucho público (…) Estamos con una confianza muy alta porque entendemos que durante un año y medio de pandemia el libro siguió trabajando, publicando. El libro tiene mucho para mostrar y la feria se presta justamente para eso», consideró.
Al no estar centrada en un país o en ciertos autores invitados, esta Feria tendrá una programación variada para que «públicos de todo tipo se acerquen».
Risso dijo que sus organizadores quieren que la feria «sea popular» y detalló que en las primeras horas la actividad cultural «está dedicada a los niños y jóvenes» con una «gran cantidad de presentaciones».
Talleres, conversatorios y presentaciones de textos de diferentes autores uruguayos son solo algunas de las actividades que tendrán lugar durante estas dos semanas en las que se desarrollará la 43º edición de la Feria.
Sin la posibilidad de traer invitados foráneos, ya que Uruguay solo abrirá sus fronteras a todos los extranjeros vacunados contra la covid-19 desde el 1 de noviembre, Risso subrayó que la Feria tendrá una programación que contará con «lo mejor» que puede ofrecer la literatura uruguaya.
EFE
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