Por Elio García
Desde el día que se dijo en la Dirección de Arquitectura de la Intendencia de Colonia, que se debía pagar $242.287 por liquidación de tareas ejecutadas, por la empresa que venía trabajando en los Baños del Refugio (Playa Seré), hasta la corrección de esa cifra bajando drásticamente a $ 100.533, muchas cosas sucedieron.
Lo primero fue la invitación a participar de la Sociedad de Arquitectos de la Zona Oeste, concurriendo su Presidente el Arq. Roberto Rodríguez, quien al mirar por primera vez la documentación y en una rápida primer lectura le llamó la atención que no aparecía el «Rubrado», «es tan importante como la memoria descriptiva. Con el rubrado uno tiene en cuenta el precio estimativo de cada cosa,», dijo en esa oportunidad.
A Rodríguez también le resultó curioso que previamente al pedido de precio no se hubiera chequeado el estado general del lugar, «uno en cualquier obra antes de empezar ve el estado de las cañerías, va con un balde y prueba si hay circulación del agua», ejemplificó en aquella primer visita. Pero esto parece que no sucedió, porque luego aparecerían los imprevistos.
Descontroles
El Concejal Mario Guaraglia (FA) denunció que más allá de las fallas, incluyendo la autocrítica de su sector a la que señaló se dio por ser novatos,y que asumían esas responsabilidades; entendió que se sucedieron una diversidad de acciones que condujeron a una falta de transparencia en todo el proceso, «acá todo se hace a la bartola y llegó el momento de comenzar a controlar rubro por rubro», sentenció.
En efecto muchas de las decisiones que se fueron tomando, los integrantes del Municipio eran ajenos a las mismas, desconociendo el tenor y alcance de ellas.
La propia Dirección de Arquitectura reconoció que obras dispuestas desde allí, fueron realizadas sin contar con el aval del Municipio.
Por ejemplo, el Concejal Martín Manitto (PN), concurrió a visitar la obra y se encontró con que estaba tapiada. También trascendió que la obra estaba parada, pero nadie conocía quién había dado esa orden. Eso al menos se dijo en la Sesión Extraordinaria del 5 de noviembre.
Ayer la propia Alcalde Alicia Espíndola reconoció que fue ella quien dio la orden de parar la obra. Pero no quedaron claras las razones.
Liquídame
Por motivos que se desconocen la empresa constructora, según la versión oficial del Departamento de Arquitectura de la Intendencia de Colonia, en determinado momento, se la notifica que existía la posibilidad en continuar la obra, según el Pedido de Precio. Pero luego de evaluarlo esta decide solicitar la liquidación de la obra ejecutada.
Si bien existe un acuerdo entre la Intendencia y la empresa adjudicataria para cerrar los trabajos en esa etapa, cuando se le va liquidar por las tareas ejecutadas, otra sorpresa aparecerá.
Es que por primera vez, los técnicos de la intendencia analizan rubro por rubro, «este tipo de análisis no lo hacíamos nunca», comentó el jerarca local de arquitectura.
El presupuesto que tenían en su poder alcanzaba a los $242.287 pesos iva incluido, las leyes sociales ascendían a la suma de $47.695 pesos, totalizando $ 290.182; importe que se encontraba por debajo de la Orden de Compra Nº 8026-2021, que destinaba un total de $311.200 pesos.
Hallazgo y sorpresa
Al analizar los números nuevamente de la empresa adjudicataria, pero con la técnica de estudiar desagregando los precios, perciben una «inconsistencia» entre los precios individuales y el total ofertado. Por lo que al final se pagaría unos $100.533, que correspondería al 37,6% de la obra ejecutada.
En la sesión el Concejal Martín Manitto (PN) consultó si no había posibilidades de reclamo por la entrega de la totalidad de la obra licitada. Desde Arquitectura se dijo que no se podía obligar a nadie a continuar. Pero si se podría aceptar que la empresa que se retiró de la misma pueda participar nuevamente en la ampliación, «extraoficialmente la empresa estaría interesada en participar de la licitación en la nueva ampliación, como forma de agarrar más trabajo pero eso es una apreciación mía», dijo el Arquitecto Debenedetti, quien habría mantenido un contacto informal con la misma.
Por último, el Concejal Pablo Parodi (PN) preguntó al técnico cuál era el motivo por el que la empresa no terminó la obra.
La respuesta del jerarca fue que eso debía preguntárselo a la empresa, argumentando que las causas pueden ser múltiples, ejemplificando: fallecimiento de integrantes, quiebra,etc.
En este tema aclararon desde Arquitectura que todos los imprevistos que aparezcan los pagarán desde esa Dirección.