A tres años de implementarse el uso del preservativo femenino, la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) realizó un estudio que demuestra que, de las mujeres consultadas, el 87 % lo aprueban como método anticonceptivo, de prevención de VIH Sida y de enfermedades de transmisión sexual. El objetivo es expandir el uso de este instrumento y fomentar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Las autoridades de ASSE difundieron los resultados de un estudio de satisfacción realizado a 140 mujeres mayores de 15 años y sus parejas sobre el uso del condón femenino como método anticonceptivo, de prevención de enfermedades de transmisión sexual y del VIH sida (que en la última nomenclatura ya no se considera una enfermedad de transmisión sexual, sino una enfermedad crónica).
El estudio —realizado en la Red de Atención Primaria (RAP) Metropolitana— evidenció que un 53 % de las participantes utilizó este método y, de ellas, el 87 % lo evaluó en forma positiva. Esta opción fue la más elegida entre mujeres de 20 a 40 años. El 84 % del total dijo que lo seguiría usando. Entre las conclusiones, se registró un incremento en la satisfacción de las parejas a medida en que aumenta el uso del instrumento.
El adjunto a la presidencia de ASSE, Daniel Márquez, de profesión médico, consideró relevante que la valoración sea positiva, tanto entre mujeres como entre hombres.
El jerarca expresó que la principal ventaja reportada por las mujeres es la autonomía. Según consideró, esto demuestra que es un método de prevención que promueve la igualdad. Como desventaja, mencionó alguna dificultad en la colocación, adjudicada a la falta de costumbre en el uso.
“Es importante, desde el punto de vista de una agenda de derechos, porque apoya la autonomía de la mujer sin necesidad de negociación estricta con su pareja y genera una perspectiva de derechos en cuanto a una triple protección”, sostuvo. Agregó que los hombres destacaron como principal ventaja la comodidad y no percibieron desventajas claras.
Otro elemento que consideró favorable es que el uso puede planificarse con anterioridad; ya que se puede colocar el preservativo hasta siete horas antes de utilizarlo, lo que favorece la comodidad y practicidad.
ASSE asegura disponibilidad en sus dependencias de atención. “Somos el prestador que utiliza este método y es posible gracias a la labor conjunta con el Fondo de Población de Naciones Unidas”, agregó el entrevistado.
Márquez indicó que el desafío trazado implica fomentar este método mediante los equipos de salud, y por ello se generan capacitaciones en todo el país. La idea es que los profesionales de la salud incluyan este método entre las recomendaciones de prevención a sus pacientes. “Es un método de calidad que se debe aconsejar y promover”, insistió.
(fuente: Presidencia de la República)