Uruguay recupera la tranquilidad tras el paso de unos 40.000 fanáticos brasileños y las tres finales Conmebol en Montevideo, que tuvieron como frutilla de la torta la final de la Libertadores entre Palmeiras y Flamengo que tuvo un estadio Centenario colmado de hinchas, llenó los restaurantes y colmó los hoteles.
«La evaluación primaria es altamente positiva», enfatiza a Efe el viceministro de Turismo, Remo Monzeglio, quien destacó que luego de un periodo cercano a dos años de fronteras cerradas «no hubo grandes inconvenientes» en los ingresos de un número «cercano a los 40.000» turistas.
«Sin dudas el impacto económico va a ser grande por muchos motivos, las primeras estimaciones que se dieron se hicieron basándose en las finales anteriores por lo tanto creemos que la cantidad de gente que vino va a ser per cápita igualando o superando lo que puede haber sido el gasto anterior», señaló Monzeglio.
Uruguay albergó entre el 20 y el 27 de noviembre las finales de la Sudamericana, la Libertadores femenina y la Libertadores masculina. La femenina fue la única que se disputó fuera del estadio Centenario -que fue renovado para estas finales- y pasó a disputarse en el estadio de Nacional, el Gran Parque Central.
La Sudamericana tuvo poca venta de entradas, la Libertadores femenina fue con invitaciones y contó con 10.000 personas mientras que la final entre Palmeiras y Flamengo tuvo un Centenario repleto de fanáticos.
La Dirección Nacional de Migración informó que entre el 22 y el 27 de noviembre ingresaron 29.700 brasileros a Uruguay y el punto con mayor entrada fue el Aeropuerto Internacional de Carrasco con 11.385 personas.
«Cuando tenés un evento de esta magnitud, mostrás un estadio monumento del fútbol mundial renovado para la ocasión, que lució maravilloso, con una fiesta de color, fútbol, alegría, desde nuestra óptica como evaluación primaria estamos muy conformes», concluyó.
En tanto, el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay, Francisco Rodríguez, dijo a Efe que se cumplieron las expectativas y el último fin de semana tuvo una ocupación hotelera del 100 % en Montevideo, se superó el 50 % en el departamento de Colonia y también hubo buenas cifras en localidades como Piriapolis o Punta del Este.
«La importancia de tener una infraestructura hotelera que pudo sacar adelante pese a todas las dificultades de la pandemia para estar a la altura de las necesidades, no tuvimos más que elogios y eso para nosotros es fundamental ya para la perspectiva de una temporada alta que ya se viene», opinó.
Si bien destacó que estas finales tuvieron un impacto económico positivo, lo más importante es «el factor psicológico» ya que el sector necesitaba de unas semanas así para seguir a flote.
«Lo que más nos alegra es que ningún turista brasilero se fue con la idea de que fue maltratado. Estamos muy satisfechos y es un entusiasmo para seguir trabajando, el sector está de pie», concluyó.
EFE