Tras los atentados en Bruselas nos enteramos, por intermedio del diario “La Dernière Heure”, que un empleado de la central nuclear belga de Charleroi ha sido asesinado y que su tarjeta de ingreso a esa planta, robada. El mismo periódico informa que los hermanos Ibrahim y Khalid El Bakraoui, dos de los autores suicidas de los atentados, habían colocado una cámara de vigilancia frente al domicilio del director del programa de investigación nuclear belga.
Ello hace pensar que las centrales nucleares de ese país bien podrían haber sido uno de los objetivos de un plan de los terroristas. El que puede ser continuado por otros integrantes de ese grupo o por otro cualquiera.
En el Centro de Convenciones en Washington se llevó a cabo la Cumbre de Seguridad Nuclear, con líderes de 47 países, entre los que se encontraba el Presidente Mauricio Macri.
«El terrorismo nuclear es una de las amenazas más desafiantes para la seguridad internacional y contar con fuertes medidas de seguridad nuclear es el medio más efectivo para impedir que terroristas, criminales o actores no autorizados adquieran materiales nucleares», dijo el comunicado difundido hoy, luego de la cumbre.
Macri dijo el diaro Clarín este mediodía que “es necesario tomar todas las medidas para proteger los materiales nucleares de organizaciones terroristas y criminales” y que “puede lograrse mucho en seguridad nuclear, sin obstaculizar el uso pacífico”. Macri condenó “el terrorismo en todas sus formas” y recordó que Argentina sufrió dos atentados, en 1992 y 1994.
La seguridad de todas las plantas nucleares en el mundo soltó todas las alarmas, luego de los atentados de Bruselas.
Sería inminente entonces la presencia de personal especial de seguridad en todas las plantas de la Argentina. La de Atucha tiene una sensibilidad especial para los carmelitanos debido a la cercanía de la misma.