Era la madrugada del martes, primero se escuchó el ruido de un auto, luego vinieron los tiros, y posteriormente se percibía que la policía iba tras ellos, por el característico ruido de la sirena.
Algo estaba pasando, si uno afinaba el oído desde el centro parecía que el auto en su huida hacia un largo recorrido. Dicen extraoficialmente que en un barrio escucharon a unidades policiales pidiendo a los vecinos que no salieran, pero esto no lo pudimos confirmar.
La persecución existió. A la policía llegó una llamada por el 911 donde vecinos decían que estaban escuchando disparos de arma de fuego proveniente de un automóvil.
De inmediato un móvil policial sale a su encuentro, detectando un auto con las mismas características al reportado, por lo que se le indica al mismo mediante señalización que detenga la marcha.
Lejos de cumplir la orden el conductor acelera el vehículo dándose a la fuga por calle Lavalleja.
Lo hace en sentido contrario al tránsito por lo que se realiza percusión con barral y sirenas encendidas con el fin de evitar un mal mayor.
La persecución continúa ahora por calle Zorrilla de sur a norte y así sucesivamente por varias calles siendo dejado el vehículo abandonado en calle Avenida Paraguay esquina Churrinche.
Continuando con las actuaciones la policía procede a la identificación del vehículo siendo este un auto Chevette de color rojo, dañado en el paragolpes delantero el que se encontraba sin ocupantes.
Por información de vecinos, varios de los cuales afirman escuchar detonaciones y seguido a eso vieron una moto siendo perseguida por un auto Chevette de color rojo. En ese primer avistamiento el auto se habría dirigido hacia el lado del campamento, en Playa Seré.
Mientras un móvil realizaba un recorrido visualizan en calle Uruguay y General Flores, un arma de fuego desarmada en partes y a su lado un cartucho.
Al lugar donde estaba el auto, concurre personal de Policía Científica realizando relevamiento de la escena, incautando del interior del vehículo un celular marca Samsung de color negro, con la pantalla astillada y llaves de encendido del mismo, como así también dos pares de ojotas de color negro y blanca, las que estaban tiradas en la vía publica, quedando depositado dicho vehículo en predio de Bomberos.
Del conductor, de la moto, de los motivos de la balacera, nada se sabe oficialmente, por lo menos hasta el momento.
Comentarios