Junto a expresidentes y autoridades del país, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, cortó este sábado la cinta que dio por inaugurado el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA), creado por el escultor Pablo Atchugarry para atraer el arte del mundo a su país.
Con una tijera de madera que, en palabras de Atchugarry, fue creada por artistas italianos para la ocasión, Lacalle Pou dio el puntapié para la apertura del museo emplazado en la localidad de Manantiales, cerca de la turística Punta del Este, al sureste del país.
El mandatario destacó en el acto, al que asistieron además los expresidentes Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) y José Mujica (2010-2015), que el MACA será «un emblema y una referencia de todo el país en el mundo».
En el evento, en el que miles de visitantes recorrieron los jardines del complejo de la Fundación Atchugarry que rodean el colosal edificio de estructura de madera diseñado por el renombrado arquitecto uruguayo Carlos Ott, se inauguraron además dos muestras de atractivo internacional.
Por un lado, con más de 50 obras, «Christo y Jeanne-Claude en Uruguay», presentada por primera vez en Suramérica y centrada en los célebres proyectos de la célebre pareja de artistas reconocida por cubrir con tela grandes monumentos y espacios públicos, y por otro la serie «Heliografías» del argentino León Ferrari.
Además, el museo contará con la colección permanente de Atchugarry, integrada por más de cien obras de artistas internacionales, como los uruguayos Joaquín Torres-García y Carmelo Arden-Quin o el argentino Julio Le Parc.
Iniciativa de Atchugarry en alianza con Ott, el MACA cuenta con dos edificios contiguos con más de 5.000 metros cuadrados de exposición, erigidos en madera de eucalipto rosado que completan el terreno donde Atchugarry -cuya obra «Contemporary Day» batió en diciembre un récord personal de ventas en Sotheby’s- instaló tiempo atrás su Jardín de Esculturas.
La construcción del MACA tomó la estructura de un arca como inspiración. En el proceso, se determinó que la madera fuera el elemento que domine el hall central y el techo del museo. Grandes eucaliptos uruguayos fueron tratados, cortados y numerados en Francia para volver luego a Manantiales y formar parte de esta obra arquitectónica liderada por el escultor Pablo Atchugarry y el arquitecto Carlos Ott.
Con el afán de acompañar a quienes aprecian y valoran los atributos de un material tan noble como la madera, la marca del grupo AkzoNobel, Cetol, aportó más de mil litros de recubrimientos para proteger la estructura del Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA), que se inaugurará este sábado 8 de enero en la localidad de Manantiales, en el departamento de Maldonado.
“Los esfuerzos de Cetol están dirigidos a la construcción de vínculos sólidos y de largo plazo con distintos actores de la sociedad que comparten el espíritu de fomentar el uso de la madera y su aplicación respetuosa con el medio ambiente. En ese sentido, nos pareció una excelente iniciativa colaborar con un proyecto como el MACA, en el que predomina la arquitectura responsable integrada con el paisaje, entendiendo como tal lo natural y lo cultural”, expresó el gerente comercial de AkzoNobel Uruguay, Juan Arocena.
Según explicó, esta obra sin precedentes en el país, de 1.600 metros cuadrados rodeados de 40 hectáreas de verde, “se alinea a la estrategia de la firma de promover el uso de la madera en términos arquitectónicos y no solo decorativos. En este caso, este material toma una impronta protagonista dando forma a la estructura y está presente en su visual exterior”.
El Museo Atchugarry nació como fruto del interés por dejar un legado en el país a través de un espacio que albergue todas las manifestaciones artísticas realizadas por el ser humano y se convierta en un gran centro cultural. Se trata de un espacio en el que conviven naturaleza, arte y arquitectura con un paseo público rodeado de esculturas. De esta manera, el MACA se sumó al proyecto Tierra Garzón, que incluyó la plantación de 16.000 especies autóctonas.
Con información de EFE