El edil departamental Gabriel Gabbiani (Partido Colorado – Ciudadanos) presentó en la Junta Departamental de Colonia un proyecto de modificación de la Ordenanza de Ruidos Molestos de 1994.
Básicamente, según explicó, el mismo apunta a incluir en la normativa nuevas formas de contaminación acústica y a corregir algunos detalles que, a su juicio, lo ameritan. Gabbiani recuerda que el ruido es “designado ‘el contaminante invisible’, y de acuerdo a múltiples relevamientos realizados a nivel global, la contaminación acústica es uno de los problemas que más aqueja y preocupa a los ciudadanos, lo que queda en evidencia, en especial, en las zonas urbanas y en los balnearios durante la temporada turística”.
“En Uruguay, el tráfico y el transporte, así como las fuentes de ocio ruidosas, como pubs, conciertos o discotecas, son las principales fuentes de ruido. Éste afecta a la audición, dificulta la comunicación, incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares, produce insomnio, origina estrés, depresión y problemas psicológicos, genera bajo rendimiento laboral, dificulta el aprendizaje al disminuir la capacidad de atención y concentración, e incluso la memoria y la motivación”, expresa.
El edil de Ciudadanos recuerda que “la Ordenanza de Ruidos Molestos de 1994 prohibió en las ciudades y centros poblados del departamento producir, causar, estimular o provocar ruidos molestos, superfluos o extraordinarios, cualquiera sea su origen, cuando por razones de la hora y lugar o por su grado de intensidad, perturben la tranquilidad o reposo de la población o causen cualquier perjuicio material o moral”. Pero agrega, “lamentablemente, como en tantas otras órbitas del Gobierno Departamental, la fiscalización de dicha ordenanza es casi nula; se lleva a cabo únicamente frente a denuncias específicas, y no como una constante”.
Además, complementa, “debido a su antigüedad no contempla la aparición de nuevas y más potentes fuentes de ruidos, entre ellas, los tronadores de los escapes libres de motos y autos. Asimismo, se observan muchos vehículos con potentes equipos de música instalados en los mismos, en algunos casos de varios parlantes, que se han convertido en una verdadera calamidad para la población sin que la Intendencia le haya puesto freno”. Por ello, el edil entiende oportuno “modificar la normativa vigente a efectos de prevenir, vigilar y corregir las causas de la contaminación acústica para proteger al ambiente y la población contra ruidos”.
La modificación incluye a pubs, paradores, gimnasios, gyms, centros fitness y similares en las zonas urbanas y suburbanas -hasta ahora no incluidos- como establecimientos que deberán contener dispositivos para atenuar el nivel sonoro. También modifica el radio para la instalación de nuevas discotecas, boites, confiterías bailables, paradores, gimnasios, gyms, centros fitness y locales de naturaleza similar, que pasa de 100 a 250 metros de hospitales, sanatorios, asilos, hogares de ancianos y/o niños, casas cuna, salas velatorias, bibliotecas, museos y similares.
Paralelamente, incrementa las multas, estableciendo que la transgresión será sancionada la primera vez con una multa de 60 UR, la segunda de 120 UR, la tercera con una clausura del local por 90 días y la cuarta con la clausura definitiva del mismo.
La reforma incluye como vehículos que no serán habilitados para circular por la vía pública aquellos desprovistos de silenciadores de escape, o provistos con escapes libres, bramadores, tronadores, torinos o similares, aquellos que tengan parlantes o equipos de sonido que, circulando o estando estacionados en lugares públicos, sobrepasen los límites establecidos como máximos aceptables en la ordenanza, y aquellos que por cualquier circunstancia tengan un funcionamiento o marcha anormal con producción de ruidos. Dichos vehículos serán retirados de la vía pública por la autoridad competente, y cumplidos los plazos legales correspondientes, se procederá a su entrega o destrucción.
También se modifican los horarios para publicidad en la vía pública en función de la estación del año, y se incluye a la Dirección de Tránsito -junto con Arquitectura, e Higiene y Servicios, ya incluidos- en las tareas de ejecución que resultan de la presente Ordenanza según las respectivas áreas de competencia, así como los contralores e inspecciones correspondientes.
Finalmente, la reforma promovida por Gabbiani establece que el producido de las multas se destinará en su totalidad para la adquisición de equipamiento para medición de sonido, mantenimiento y calibración, y para solventar cursos de capacitación para funcionarios que cumplan funciones de inspección.