Silvia vive junto a su hijo de 6 años en una precaria vivienda que los días de lluvia se hace imposible estar allí. Vive en el Barrio Corralito en unos terrenos cuyos dueños, según nos cuenta serían argentinos y hace años no estarían cumpliendo con el pago de los impuestos.
Esta situación, la de no vivir en un terreno propio, es la que imposibilita la ayuda institucional en bloques y chapas, al menos por parte de la Intendencia de Colonia o el Municipio de Carmelo.
Silvia ha pasado por situaciones límites, fue la protagonista en medio de una tormenta que llevó a que la derivaran un par de días al vestuario de la pista Marcelo Bianchi junto a su hijo.
La vecina ha visitado a políticos de todas las tendencias, incluyendo a personas vinculadas a organizaciones sociales. Está desanimada y un poco enojada.
Su realidad económica es muy limitada, el MIDES la asiste con $1400 mensuales. Cuenta además con la Asignación Familiar de $ 2048 por mes, que recibe por su hijo.
UTE le dio el servicio de energía eléctrica sin costo y nos cuenta que está tramitando en OSE la misma ayuda institucional.
Del Estado solo recibe esa asistencia. Para sobrevivir vende ropa usada.
«Ahora cuando empiecen las clases voy a estar media apretada, porque tendré que comprar los útiles escolares y no se cómo nos vamos arreglar», nos cuenta.
«Yo solo preciso la ayuda para hacer una pieza de material y un baño, es la única ayuda que estoy pidiendo», señala.
«Necesito portland, bloques, chapas tengo algunas», comenta. «He pedido una retro para que me limpien un poco el terreno porque es todo arena y por las víboras y nada…», concluye la vecina.
Luego reflexiona «creo que no pido mucho, necesito una pieza de material y un baño para vivir, nada más.»