«Luciana Demaría Artola es heredera de una empresa funeraria de Uruguay. Hace unos meses colgó un tuit donde ofrecía ayudar con fallecidos en Facebook: “Si tenés un familiar querido fallecido, escríbeme y te ayudo a crear una cuenta conmemorativa o a cerrar su perfil. No sufras”, decía. “Tuvo mucha repercusión”, explica Artola por teléfono. Por su formación en comunicación y tradición familiar, se ha especializado en ayudar a gente con problemas para convertir una cuenta de Facebook en conmemorativa: “Todo empezó porque a una amiga francesa se le murió el hermano hace años. Me comentó lo horrible que era que el perfil siguiera activo y le avisara de que era su cumpleaños”, dice Artola,» en El País de Madrid.
Es que así comienza la nota del periodista Jordi Pérez Colomé, en la página de Tecnología, de El País de Madrid, el diario más prestigioso de habla hispana con una llegada en toda Latinoamérica.
La nota es interesante por dos motivos, el primero porque habla del futuro de Facebook, con un tema curioso: cómo manejarán estas empresas la historia íntima de la primera mitad del siglo XXI. ¿De quién será esa información cuando ya no estemos? ¿Qué tipo de acceso tendrán bisnietos o historiadores? ¿Qué archivos quedarán de nuestra era? ¿Cómo respetarán la privacidad de los fallecidos?
Y el segundo motivo es que allí aparece la idea de Luciana Demaría Artola que mereció la atención de El País de Madrid.
¿Por qué es interesante? Porque ese diario internacional buscó un ejemplo muy cercano, el de Luciana Demaría, una de las herederas de la Empresa Fúnebre Lorenzo Artola, ubicada en Nueva Helvecia, departamento de Colonia.
Con ella dialogamos en TQH de Radiolugares, esta es parte de la entrevista:
¿Cómo El País de Madrid puso su atención en tu idea?
En agosto del año pasado publiqué por la pandemia que ayudaba a familiares de fallecidos a generar una cuenta conmemorativa o cerrarla. El Facebook te da esas opciones. Se ve que ellos se enteraron…
¿Qué es una cuenta conmemorativa?
Es cuando queda congelada su última publicación y te permite publicar en el muro un recuerdo de esa persona.
¿Qué repercusiones tuviste cuando lo publicaste?
Y se acercó gente. Algunos me preguntaban por internet y yo les pasaba el enlace y las personas lo hacían. Yo esto no lo cobro. Cualquier persona lo puede hacer, es sencillo pero requiere algo de conocimiento especializado. Te piden la esquela fúnebre y otros detalles.
¿Cómo impactó este tema en tu vida?
Con naturalidad, mi familia hace 100 años que crearon una empresa fúnebre. Siempre hemos estado ayudando a las personas en su peor momento. Es realmente doloroso encontrar en una página de una persona fallecida que le hablen como si estuviera vivo.
¿Lo ofreces en la funeraria a este servicio?
Sí. No lo integro al costo del servicio. Yo soy Licenciada en Comunicación. Trabajo en redes sociales, soy especialista en marketing digital. Trabajo desde el 2008 en redes. Mis padres me dieron muy buena formación.
La nota de El País de Madrid aborda este tema incluyendo el manejo de los datos personales.
Sí a mi me preocupa muchos los datos que dejamos en internet. Nosotros le entregamos nuestra vida a Google y Facebook y la gente no se da cuenta. Dejamos todo tipo de rastros.
No solo dejamos rastros económicos también mostramos nuestros sentimientos, rabias, dolores y alegrías…
Sí, yo siempre recomiendo que desactiven la geolocalización de los celulares. No hay que entregar la privacidad, no hay que mostrar tu casa, tus cosas. No sabes quien lo puede ver. La gente le entrega la vida y lo hace gratis, porque nadie te paga sobre la información que estas dando.
¿Cómo manejamos la realidad y la virtualidad?
La sociedad necesita plantearse el derecho a la identidad virtual. Una persona madura tiene ese derecho. Y la clave es delimitar lo público y privado. La gente tiene que reflexionar en aquello que diría dentro de la casa y fuera de ella. Hay que ser críticos, Tik Tok ha demostrado que la estupidez humana no tiene límites. Me preocupa también la exposición de los niños que muchas veces generan los padres. Antes las fotos que se tomaban las guardaba la familia en su casa, ahora las suben a las redes.
Algunas empresas fúnebres innovaron en la pandemia trasmitiendo -de manera reservada solo para familiares- el sepelio en forma online ¿qué te pareció esa idea?
Esto surge por la pandemia con la prohibición de realizar los sepelios. No conozco si en Uruguay se dio este servicio, en mi caso si me lo hubieran pedido lo hubiera hecho, pero nadie nos planteó ese servicio. Si se diera podríamos hacerlo a través de una llamada particular o Zoom.