Por Marcelo Dalmas
El sábado próximo pasado se reunió el Plenario del Frente Amplio de Colonia,
en el cual se debía elegir a quien cumpliría las funciones de Vicepresidenta/e
y en las distintas secretarias. Acuerdos de cúpula sectoriales dan por tierra
con lo expresado en las elecciones internas por casi la mitad de los
frenteamplistas que se manifestaron en las urnas en el mes de diciembre.
El Frente Amplio, en sus 50 años de vida, contra viento y marea ha intentado
mantener la convergencia a través de un mismo programa y diferentes
acciones que son reconocidas, a nivel mundial, como la experiencia más
exitosa de la unidad de la izquierda para luchar contra una derecha que actúa
de diferentes formas a lo largo de la existencia de nuestro Frente Amplio.
Tenemos que decir que una de estas formas ha sido el intento de dividir a
nuestra fuerza política. Los que ya peinamos algunas canas, recordamos muy
bien lo doloroso que fue el desprendimiento de la lista 99, con el Dr. Hugo
Batalla a la cabeza. Y estos intentos siguen a la orden del día.
Una de las acciones fundamentales que ha llevado adelante el Frente Amplio
ha sido mantener el equilibrio de las fuerzas, entre las diferentes corrientes y
sectores que la integran y que se expresa en la integración de sus órganos de
decisión. Muchos ejemplos de esta capacidad de construir este equilibrio, se
han puesto de manifiesto, en estos 50 años. En las elecciones de 1989, el
Partido Comunista propuso a Astori como primer candidato al Senado en
todas las listas que se presentaron en esas elecciones, en el entendido que
era necesario asegurar en el Parlamento la presencia del compañero sabiendo
que esta decisión podía dejar fuera del recinto a un compañero comunista.
En otra oportunidad cuando el MPP se constituyó como fuerza ampliamente
mayoritaria, Mujica afirmo en una oportunidad en que fue entrevistado que su
sector no podía avasallar en los cargos de Dirección porque no se favorecía
de esta manera el equilibrio de fuerzas. La unidad del Frente Amplio también
ha sido fortalecida en la discusión entre todas las corrientes de pensamiento
y acción que nos llevaron al gobierno.
Todos sabemos que en Colonia están presentes dos líneas de acción en el
Frente Amplio; que se expresan en los posicionamientos a la hora de votar
asuntos en la Junta Departamental que hayan sido propuestos por el Partido
Nacional.
Una línea ha apoyado propuestas del gobierno departamental y también
acciones de los adversarios políticos contra compañeros que han tendido una
clara postura de denunciar actos de corrupción o manipulación que realizan
funcionarios y representantes del oficialismo.
Otra línea de acción política se ha expresado en el voto en contra del
impuesto al alumbrado público, así como la iniciativa y recolección de firmas
para que fuera derogado (impuesto que fue declarado inconstitucional por el
Tribunal de Cuentas). Lo mismo con otras políticas impuestas por el
oficialismo que contradicen los intereses y necesidades de las y los
ciudadanos del departamento.
Con motivo de las elecciones internas y como uno de los cuatro candidatos a
la presidencia, se nos planteó a todas y todos la preocupación de parte de
nuestras compañeras y compañeros de esta situación que se está dando en
el Frente Amplio departamental.
He coincidido junto con el Comité de Base y los diferentes sectores y
agrupaciones que me propusieron para ser candidato a la presidencia, que el
Frente Amplio como fuerza política y el grupo de nuestros ediles, debe tener
una conducta de clara oposición a las medidas propuestas por el oficialismo,
que atenten contra los derechos de las ciudadanas y ciudadanos del
Departamento.
Esta confusión de principios y valores sobre los que se fundamenta la acción
de varios compañeros en la Junta Departamental y los Municipios es la que
lleva a desconocer las acciones y manipulaciones que desde el oficialismo se
entretejen para debilitar la acción de nuestros compañeros ediles y
concejales.
Por lo tanto, entendimos que una de las posibilidades para comenzar a
plantear una discusión franca sobre la dirección que está tomando nuestra
fuerza política, es a partir de la participación de todos los sectores en la
Mesa Política. Es por eso que aceptamos la invitación a ser candidato a la
vicepresidencia, llevando como propuesta que se respetara en su
adjudicación el orden en que se expresaron los militantes en las elecciones
internas: nuestra propuesta fue que se respetara la decisión de los
frenteamplistas que votaron en las elecciones internas y las vicepresidencias
fueran otorgadas según los votos obtenidos en la misma.
Esto no fue tenido en cuenta y primo el acuerdo de cúpulas, de los sectores
mayoritarios que tienen a su cargo la presidencia, las dos vicepresidencias,
los dos delegados al Plenario Nacional, y al diputado por el Departamento. No
debemos olvidar que cuando estos acuerdos han primado por encima de los
intereses colectivos de nuestro Frente Amplio, los resultados han sido
nefastos. Esa experiencia ya la vivimos los frenteamplistas de Colonia en las
elecciones Departamentales del año 2000, y bien cara que nos salió.
Estos acuerdos dejaron rengo al Frente Amplio de Colonia y de la peor
manera: desplazando de los lugares de discusión y de participación, a los que
tienen otra visión de cómo debe de actuar el Frente Amplio en Colonia.
Motiva esta carta, en primer lugar, el compromiso que asumí con el Comité
de Base y los Grupos Políticos que me propusieron para ser uno de los
candidatos a la presidencia del Frente Amplio de Colonia y de todos los
frenteamplistas, que a lo largo del Departamento plantearon estas cosas, que
le están haciendo un mal tremendo a nuestra fuerza en aras de la
competencia electoral por la Intendencia de Colonia, y para la recuperación
del Gobierno Nacional. En segundo lugar, mi compromiso con un gran número
de “viejos” militantes, de nuestro querido Frente Amplio, con una vasta
experiencia acumulada de años de militancia y por lo tanto con mucho para
aportar, y que por las razones expuestas anteriormente y otras, se han
retirado de la militancia activa.
Sentimos y pensamos que la forma de dar esas discusiones es plantearlas y
visibilizarlas: lo hacemos de esta manera, por que se nos ha coartado la
posibilidad de hacerlo de otra. Nuestro compromiso y el de nuestros
compañeros hoy, está abocado a la tarea principal de todo frenteamplista,
que es la de derogar los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración.
No obstante eso, también estaremos dando nuestro aporte y militancia por
las reivindicaciones de los derechos de los ciudadanos mas desposeídos, en
el lugar que los compañeros a los cuales representé en las instancias
electorales entiendan necesario. Y dando la batalla, por un Frente Amplio más
participativo, más comprometido y más transparente.