Por Raúl Martínez
El magnate estadounidense Bill Gates ya puede estar tranquilo: ante sus críticas al sector cárnico como factor decisivo para el avance del cambio climático en todo el mundo, Uruguay le ha mostrado su apuesta por la «sostenibilidad ambiental» en la generación del producto estrella de sus exportaciones.
Hace algo más de un año, en febrero de 2021, el empresario y filántropo de Seattle atacó a la producción de carne a gran escala como «un desastre climático que provoca el calentamiento global y dejará más muertos que la pandemia» y defendió el consumo de carne 100 % sintética.
«¡Llámenlo como quieran, pero no es carne!», dijo en aquel momento el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC) de Uruguay, Fernando Mattos, quien calificó de «engaño deliberado al consumidor» llamar así «un producto que no debe denominarse de esa manera».
Las palabras del hoy ministro uruguayo de Ganadería, Agricultura y Pesca fueron acompañadas por una invitación a Gates para que visitara Uruguay y aprendiera sobre la producción en el país suramericano.
No ha sido el creador de Microsoft en persona, pero sí integrantes de la Fundación Bill y Melinda Gates (o Fundación Gates) quienes, en los últimos días, visitaron Uruguay en un primer encuentro que dejó un «panorama optimista» entre sus protagonistas.
Así lo destaca a Efe el presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), José Bónica, quien detalla que durante tres días los expertos de la Fundación Gates pudieron conocer de primera mano todo el proceso de tratamiento y producción del ganado.
Las autoridades del sector cárnico uruguayo se encargaron de mostrar a los visitantes distintos pasos del proceso de producción.
Entre las actividades, acudieron a la Central de Pruebas de la Sociedad de Criadores de Hereford, en la que se desarrolla una investigación para identificar, caracterizar y seleccionar los toros «más eficientes» y los que emiten menos metano.
«Vieron muchas cosas interesantes. Los grandes titulares son no perder el contacto y poder, de alguna manera, que el ejemplo uruguayo sea útil en otras partes del mundo», señala.
En ese sentido, Bónica destaca el conocimiento de Uruguay en áreas como la mejora genética, sanidad y medioambiente y valora la experiencia uruguaya a nivel institucional en la que, a su juicio, el Estado, productores y resto de la sociedad interactúan, discuten y actúan coordinadamente.
«Uruguay tiene muchos ejemplos de cómo actuar en conjunto coordinadamente con los distintos segmentos de la sociedad y eso puede ser útil para otros países. La Fundación Gates no está focalizada en Latinoamérica, pero sí en aquellos lugares del mundo en los que la experiencia uruguaya les podría ser útil», insiste.
Asimismo, la invitación al fundador del gigante tecnológico Microsoft a visitar a Uruguay sigue en pie.
«Producir carne de una manera bien recibida por el ambiente puede dar más y mejores oportunidades comerciales al momento de exportar. Y si hay cosas para mejorar, con gusto las vamos a considerar», concluye.
Gates hizo sus declaraciones del año pasado en medio de inversiones millonarias en empresas como Impossible Foods -especializada en la creación de alimentos vegetales sustitutos de la proteína animal-, lo que llevó a las autoridades uruguayas a afirmar que sus dichos solo tenían que ver con intereses comerciales.
En Uruguay, la carne es parte fundamental de su gastronomía y de toda su cultura, con el ritual del asado como núcleo de celebraciones cotidianas entre familiares, amigos e, incluso, para encuentros políticos internacionales.
Además, la carne bovina es uno de los principales productos de exportación de Uruguay, que se dirige fundamentalmente a China, Estados Unidos e Israel y, pese a que la pandemia de la covid-19, afectó a las ventas, en marzo de 2022 registró unos ingresos de 306 millones de dólares.
EFE