La confirmación de que uno de los nueve casos importados de dengue analizados por la Facultad de Ciencias fuera de un tipo distinto del que se encontró en los casos autóctonos, encendió una «luz amarilla» en los expertos en virología.
Una segunda infección en una persona de un serotipo distinto genera más probabilidades de que haya manifestaciones severas de la enfermedad.
Desde la aparición del primer caso de dengue autóctono en el país, el pasado 13 de febrero, se creía que la expansión del virus se había dado a partir de una sola entrada, es decir de un caso que provocó los brotes. Sin embargo, la investigación de la genética del virus en seis casos autóctonos de dengue, realizado por expertos en virología de la Facultad de Ciencias, concluyó que de dengue tipo uno coexistieron dos variedades distintas. Eso llamó la atención porque esperaban encontrarse con un único linaje, al tener en cuenta que tuvieron acceso a pocas muestras.
«Ese signo de interrogación la contra que tiene es que si circulan dos tipos estamos frente a un problema que eventualmente puede complicarse», aseguró a El Observador el decano de Facultad de Ciencias, grado cinco en virología, Juan Cristina.
Esto quiere decir que después de 100 años de ser un país libre de dengue, Uruguay registró al menos dos ingresos distintos del virus que se asentaron en el país, provenientes de Paraguay y Cuba. Para los expertos esto demostró la vulnerabilidad de las fronteras en el ingreso de enfermedades emergentes y que debería poner en alerta a que en cualquier momento puede ingresar otro serotipo u enfermedad.
«La foto que tenemos es el diagnóstico del comienzo. No hemos estudiado más porque no hemos recibido muestras de cuestiones posteriores para ver cómo se desarrollaron los brotes», dijo Cristina, luego de una reunión privada con la subdirectora y el director general de salud, Raquel Rosa y Jorge Quian, donde presentaron las conclusiones. Para el experto, es necesario hacer una lucha fuerte contra el vector para cuidar las importaciones de casos de la región.
Otra de las conclusiones de la investigación fue que encontraron un caso de dengue tipo cuatro importado, y aunque no pueden confirmar que se haya generado otro brote a partir de ese caso, tampoco pueden descartarlo.
Existen cuatro tipos de dengue en el mundo y cuando circulan a la misma vez en un territorio aumentan las posibilidades de que aparezcan casos graves.
Los expertos realizaron estudios moleculares que en pocas horas pudieron confirmar si los pacientes tenían una infección viral por miembros de la familia de virus dengue, más allá de los síntomas. Estos estudios eran de mucha rapidez en comparación con la espera de los resultados del MSP desde Puerto Rico, que cada uno demoraba dos semanas en llegar. Desde la Facultad de Ciencias manifestaron que en solo dos días pudieron llegar a las mismas conclusiones.
«Con el genoma, lo que vos hacés es leer un libro del virus dengue que circula, pero para poder leer el libro tenés que saber el orden de las letras, eso es lo que hicimos. Las técnicas rápidas son un capítulo, ahora hay que leer el libro entero», dijo Cristina.
Para eso necesitan más datos –como la ubicación geográfica de los casos–, que no fueron brindados desde el MSP. Esto sirve para comparar los resultados con otros países de la región –en los cuales la Facultad de Ciencias participó activamente– y conocer la capacidad del virus.
«De cara al futuro lo que hablamos es continuar con las colaboraciones. Es importante que el país esté preparado para la próxima primavera», dijo el decano, ya que esperan que las enfermedades virales emergentes resurjan cuando haya pasado el invierno, que disminuye la población del mosquito y por tanto el contagio.
El cambio climático jugó un papel importante en el descenso del dengue en la región, según expertos. «Hasta ahora llevamos uno de los años más calientes desde que tenemos registro», dijo Cristina.
Fuente: El Observador.