El oficio de la sastrería convertido en arte es la apuesta del uruguayo Gerardo Goldwasser para la 59ª Bienal de Arte de Venecia, un homenaje a la profesión que permitió a su abuelo sobrevivir en el campo de concentración nazi de Buchenwald en 1938.
«Mi abuelo estuvo dieciséis días en Buchenwald y sobrevivió por ser sastre. Como muchas otras personas, fue explotado en su oficio a cambio de poder vivir», explica a Efe Goldwasser en el pabellón uruguayo, ubicado en los Jardines venecianos.
El proyecto de Uruguay en la Exposición internacional de Arte de Venecia, que abrirá al público del 23 de abril al 27 de noviembre, se titula «Persona» y es una instalación compuesta por cuatro obras que destaca la importante labor que desarrollan los sastres, artistas en el universo del textil.
Los visitantes entran en el pabellón y tienen la oportunidad de subirse a una tarima de madera y colocarse frente a un espejo, como si se encontraran en el probador de un sastre, pero además de ver su imagen también pueden admirar el reflejo de la belleza de los Jardines venecianos.
En el interior, «50 mangas confeccionadas» negras dan la bienvenida al visitante, que se encuentra al final de su recorrido con una pequeña regla, «inspirada en las de colores que usan los sastres para marcar con rapidez», en palabras del artista.
La instalación se completa con dieciocho bobinas de paño negro, «con una serie de patrones de entretela, entre los rollos, un trabajo inspirado en esas etapas intermedias en la sastrería».
«Persona» está comisariado por Pablo Uribe y Laura Malosetti, y fue seleccionada mediante una convocatoria abierta en 2021 de la Dirección Nacional del MEC, el Instituto Nacional de Artes Visuales, la Comisión Nacional de Artes Visuales y el apoyo del Departamento de Internacionalización de la Cultura Uruguaya.
La 59ª Bienal de Arte de Venecia lleva por título «The Milk of Dreams» («La leche de los sueños») y propone un viaje entre lo humano y lo onírico en un homenaje al libro del mismo nombre de la artista británica Leonora Carrington (1917-2011), en el que plasmó sus visiones más íntimas, los cuentos imaginados para sus hijos en el México donde pasó buena parte de su vida tras emigrar allí en los años cincuenta.
EFE