Por Jacinta Rivera Trobo
Uruguay apuesta a una infraestructura de «primer nivel» para albergar eventos masivos y congresos, como la próxima reunión de la Comisión Regional de la OMT para las Américas que se celebrará el 19 y 20 de mayo, con la idea de reactivar un sector muy castigado por la pandemia.
Así lo explica en entrevista con la Agencia Efe Ignacio Curbelo, director general de Secretaría del Ministerio de Turismo del país, quien señala que las exoneraciones impositivas que Uruguay brinda hacen que el destino se posicione de forma «muy favorable» cuando los organizadores comparan presupuestos.
«Un turista de congresos gasta entre 4 y 5 veces más que un turista tradicional», ilustra el jerarca para destacar el porqué de esta apuesta.
Subraya también que recibir a este tipo de visitantes tiene un «doble beneficio», pues muchas de estas personas deciden repetir y volver con su familia de vacaciones.
Ejemplos del éxito de Uruguay en este tipo de eventos son la reciente Conferencia de la Unesco por el Día Mundial de la Libertad de Prensa que recibió, entre el 2 y el 5 de mayo, a más de 1.000 participantes, o la gala de los premios Platino 2016, que inauguró el Centro de Convenciones de Punta del Este, la «joya» uruguaya para congresos.
Otra de las experiencias que mejor ilustra la capacidad de Uruguay para albergar eventos masivos, en este caso del ámbito deportivo, fue la celebración, en noviembre de 2021, de las finales de los mayores torneos de clubes de fútbol de América Latina: las copas Sudamericana y Libertadores femenina y masculina.
En aquella ocasión, en solo una semana, decenas de miles de fanáticos arribaron por cielo y tierra a Uruguay, cuyos futbolistas triunfan en todo el mundo y que en aquella ocasión, de la mano del balompié, comenzó la reactivación del turismo tras el cierre de fronteras por la covid-19.
La Comisión Regional de la Organización Mundial del Turismo (OMT) para las Américas, que se celebrará en paralelo con el I Congreso Internacional de Turismo en Uruguay, será una nueva oportunidad para que el país muestre su capacidad para albergar este tipo de actividades, además de sus bellezas naturales y las experiencias que ofrecen sus rincones.
POCO A POCO
Tras casi 20 meses con las fronteras cerradas, en noviembre de 2021, justo antes de empezar la temporada estival, Uruguay reabrió sus puertas a extranjeros.
Esta semana, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, dio a conocer las cifras de visitantes durante los primeros tres meses de 2022 que auguran el inicio de este camino de recuperación.
Cerca de 400.000 turistas ingresaron al país en el período y Punta del Este, epicentro de la actividad social en el verano del país, se convirtió en el destino más visitado.
Los turistas que visitaron las playas uruguayas entre enero y marzo dejaron divisas al país por más de 380 millones de dólares.
«Este primer trimestre de 2022 es muy especial. Estamos recién saliendo de la pandemia, de sus consecuencias, las fronteras cerradas y la baja movilidad. En enero tuvimos la llegada de la cepa ómicron y eso también tuvo su efecto», dijo Viera.
MUCHO MÁS QUE SOL Y PLAYA
Además de la buena temporada y de la apuesta al turismo de congresos y eventos masivos, Uruguay cuenta con muchas propuestas de «naturaleza», que son «lo que el turista está buscando» en la era pospandemia, «espacios abiertos donde disfrutar del aire libre», destaca Curbelo.
Uruguay, popularizado como el «paisito» por su escritor más universal, Mario Benedetti, es un territorio pequeño, en comparación con sus gigantes vecinos, pero no tanto si se lo compara con algunos países europeos.
En distancias no tan largas, el turista puede disfrutar de playas fluviales, avistamiento de aves, lugares de importancia geológica o localidades cargadas de la tradición de los pueblos que llegaron a esta orilla del Río de la Plata y dieron origen al país.
Toda esta oferta hace que Uruguay sea un lugar con «bondades» para visitarse más allá del verano, cuando la actividad turística se concentra en las playas del este, encabezadas por la glamurosa Punta del Este o el agreste Cabo Polonio.
De esta forma, Uruguay apuesta a la recuperación de «la actividad más afectada» por la pandemia y que tiene un gran derrame en diversos sectores de la economía, como el transporte o los restaurantes, explica el director.
«De un día para otro se cerraron las fronteras, los aeropuertos y puertos y, por tanto, la actividad quedó totalmente paralizada», recuerda Curbelo, quien, no obstante, afirma que «hoy el escenario es de reactivación».
Si bien esta recuperación no tiene «de un día para el otro», las autoridades estiman que «para el último trimestre del año que viene» el turismo pueda alcanzar los niveles prepandemia.
EFE