Cada año hay una fecha marcada en el calendario que tiene gran significado para los vecinos de Colonia Estrella.
El 16 de agosto es el día de San Roque y la fiesta que se vive entorno a su Capilla, es de esas que se ve pocas veces.
El movimiento comienza durante la semana previa a la fecha indicada con Misas y Novenas que tienen lugar allí, como así también se puede apreciar la llegada de feriantes de todas partes del país.
Este año, tal como suele ocurrir, el predio alrededor de la Capilla se llenó de puestos de ventas, sin embargo muchos stand lucieron vacíos debido al clima que se presentó días antes con fuertes e interminables precipitaciones, lo cual provocó que el terreno quedara cubierto de agua o con zonas convertidas en barriales, y muchos feriantes decidieran dejar pasar una oportunidad de venta.
El sábado 15 y domingo 16 las lluvias dieron un respiro y gracias al mismo, la fiesta de San Roque se vivió como de costumbre, llegando hasta el predio visitantes de todos lados y por supuesto la gran masa carmelitana.
Si bien la Capilla lució llena de Fieles que se acercaban a pedir o agradecerle al Santo, los exteriores de la misma mostraban una gran cantidad de visitantes tratando de conseguir una oportunidad, comprando alguna prenda de vestir o accesorios, herramientas, calzado o cualquier otro objeto a ese precio que sería imposible encontrar en un local comercial dentro de la ciudad.
De hecho hasta mascotas se podían encontrar en el lugar para la venta, y como si fuera poco, los más valientes llegaban a pagar por sacarse una foto con una enorme víbora.
Es por esto que podemos decir que San Roque no sólo es uno de los Santos más visitados en su día, sino también una gran oportunidad de negocio.
Basta con observar durante un rato el comportamiento de la gente para analizar las distintas acciones que llevan adelante.
Familias enteras llegan al predio con el único objetivo de comprar, como también hay muchas otras que se dirigen directamente a la Capilla para encontrar un lugar privilegiado antes de que comience la Misa y así escuchar atentamente las palabras reflexivas del Cura, lo cual se dificulta bastante si llegamos cuando la Iglesia está llena y hay que quedarse durito y apretado contra la puerta del fondo.
Luego están aquellos que cumplen con todo un protocolo. Llegan, entran a la Misa, tocan la imagen del Santo una vez que termina la misma y salen a recorrer los puestos aprovechando alguna oferta para llevarse algo.
Otra imagen brindan quienes llegan inmediatamente después del mediodía a rezar, ya que luego que lo hacen se sientan en algún lugarcito en el exterior de la capilla esperando que llegue la hora de la venta de tortas fritas. Y como si tuvieran un olfato privilegiado, antes de que cualquier otro pueda percibir el olor a la fritura, se levantan rápidamente y se dirigen a paso acelerado hacia el puesto de venta, para no quedarse sin aquel trozo de masa que nos enloquece a los uruguayos.
Pero hay más aún. En las primeras líneas de esta nota hacíamos referencia a que el 16 de agosto se trata de una fecha de gran significado para los vecinos de Colonia Estrella. Y esto merece un análisis aparte. Dicho significado no pasa solo por tratarse del día de San Roque, sino además por el movimiento que se genera entorno a sus hogares. Los vehículos que llegan hasta aquel lugar privilegiado estacionan en parte de los parques que muchos de los residentes cuidan celosamente durante todo el año.
En otros casos, algún que otro vecino se ha encontrado con extraños visitantes durmiendo en el interior de su jardín, y no faltan quienes deciden robar alguna flor de esos hermosos y cuidados canteros, convencidos de que robada tiene más efecto en quien se la regalan, que si la hubiesen comprado.
Como si fuera poco lo que pasa con Carmelo y las horas que dura el fenómeno San Roque, tenemos a los vecinos de Nueva Palmira, quienes también viven todo un evento ese día.
Si bien llegan familias enteras y amigos desde aquella zona en vehículos, hace algunos años se organizaban largas filas de estudiantes que salían durante la madrugada (2 o 3 de la mañana) a pie hacia Colonia Estrella y pasaban todo el día aquí. Era la forma de tomarse un descanso en el liceo y hacer un picnic durante el día.
En fin, la fiesta de San Roque se vive de diferentes maneras. Para muchos es un momento de reflexión, pedidos, agradecimientos y cumplimiento de promesas. Para otros es un paseo de compras al que no se pueden resistir. De todas formas, cada 16 de agosto, Colonia Estrella tiene la visita de un sinfín de gente asegurada y eso seguirá siendo así, ya sea por negocio o religión.