Por Santiago Carbone
El control de la publicidad, la sensibilización de los más jóvenes y la regulación son algunas de las armas que existen para luchar contra la adicción al juego.
Así lo indica durante una entrevista con Efe Mariano Chóliz Montañés, catedrático en Psicología Básica de la Universidad de Valencia y director de la unidad de investigación «Juego y adicciones tecnológicas».
«Defiendo a capa y espada la regulación del juego. Yo no digo que sea una cosa fácil, es complicada, pero es un reto que como sociedad tenemos y es interesante», resalta.
El profesor español fue invitado a brindar una charla en el Parlamento uruguayo por la Federación Nacional del Juego y la Asociación de Funcionarios Pertenecientes a la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas como sindicatos interesados en promover una adecuada regulación del juego en línea.
Según un informe del Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (CAinfo), en Uruguay más del 1 % de la población (unas 30.000 personas) «sufren de ludopatía», mientras que unas 60.000 personas «padecen del llamado juego problemático».
JUGANDO EN INTERNET
Consultado sobre las variaciones que se dieron con la aparición de los juegos en internet, el experto asegura que la situación «ha cambiado, aunque esencialmente es lo mismo, porque se trata de apostar sobre un evento del que uno no tiene control».
«Internet lo que ha favorecido es que se pueda jugar en cualquier momento, desde cualquier lugar, lo cual ha abierto la posibilidad de personas que jamás se habrían acercado a jugar tengan la oportunidad de hacerlo», agrega.
Indica que en España el póquer es el primer juego en línea que aparece y destaca que las apuestas deportivas «son las que más mueven».
«Siempre ha habido la posibilidad de hacer apuestas y semanalmente hacías una apuesta mayor o menor y estabas esperando la consecución de los partidos y no dejabas de tener ese tipo de ilusión durante toda la semana», enfatiza.
En cambio, actualmente, remarca, las apuestas se hacen durante los partidos y recuerda un reciente caso en España, en el que se movieron 20 millones de dólares, el 80 % de los cuales se jugaron con el encuentro aún en disputa.
Sobre el público que apuesta allí, dice que es variado aunque la mayoría son hombres de entre 18 y 35 años.
LA ADICCIÓN SE GENERA JUGANDO
A la hora de saber si una persona generó una adicción a los juegos, Chóliz destaca que hay nueve criterios tipificados en los manuales de psicología clínica y psiquiatría que sirven para descubrirlo.
La necesidad de jugar cantidades crecientes de dinero para tener el mismo placer que inicialmente se conseguía, tener un grave malestar y estar irritable cuando se deja de jugar o cuando te queda dinero y no puedes seguir jugando, la dificultad para parar y el jugar para recuperar las pérdidas son algunos de ellos.
«Cuando se cumplen cuatro de los nueve criterios es que se considera el ser incapaz de controlar la conducta del juego», puntualiza el español.
Sobre cómo se genera una adicción, no tiene dudas en afirmar que se hace jugando.
«Es el propio juego el que te genera una necesidad de jugar cada vez más (…) Claro que hay momentos en los que uno puede estar más vulnerable y también hay personas que pueden ser más vulnerables, pero es la propia experiencia de juego la que te genera el problema de adicción», destaca.
PREVENIR, TRATAR Y REGULAR
En Uruguay, un documento del Ministerio de Economía y Finanzas resalta que «la Dirección General de Casinos del Estado ha sido pionera en promocionar el juego responsable adquiriendo la responsabilidad ante la sociedad de prevenir en el ámbito de su competencia, el juego adictivo, cuando el mismo pueda ser detectado».
Asimismo, subraya que para llevar esto a cabo, la Dirección General de Casinos del Estado y la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar) «han firmado un convenio que financia el Programa de Tratamiento, Prevención y Promoción de la enfermedad Ludopatía o adicción al juego», para lo que «han creado una Unidad multidisciplinaria».
Chóliz marca algunos los problemas generados por la adicción y asegura que esta «destroza» las relaciones familiares, trae desesperanza, baja autoestima y ruina económica.
Indica que «afortunadamente» existen tratamientos «bastante estructurados» para tratar esa adicción y apunta que para la prevención es fundamental «una buena regulación».
«Regularlos de una manera en la que lo que prime sea la salud más que los beneficios económicos. Es muy complejo, pero es un reto que tenemos como sociedad», concluye.
EFE
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