En una carta dirigida a la Secretaria Sonia Marzuca de la Intendencia de Colonia, la señora Ana Jaqueline Cardozo López solicita información sobre los restos de su hermano, fallecido el 19 de abril del 2009, se trata de Jorge Andrés Gómez López.
Los restos de su hermano fueron exhumados en el Cementerio de Carmelo y trasladado a un sector donde están las urnas con restos. La señora concurría regularmente a depositar flores en la urna 075.
Según narra en el escrito un día concurrió y notó que la urna estaba en el piso, al consultar a un funcionario le respondió que estaban arreglando el lugar.
Meses después la urna literalmente desaparece. Buscan junto a funcionarios del cementerio pero no logran dar con la urna.
Según describe Cardozo López, mantuvo una reunión con la Alcaldesa Alicia Espíndola, quien le habría respondido «que no podía hacer nada», «solamente dar la orden que la buscaran».
La preocupación de la señora creció cuando circularon filmaciones dentro del Cementerio Local, que generaron distintas reacciones en las redes sociales.
El pedido de la señora es simple, quiere que aparezcan los restos de su hermano, los cuáles viene consultando desde antes de la pandemia sin respuesta alguna.
La desaparición de restos humanos en cementerios tiene -lamentablemente- antecedentes, por ejemplo en Montevideo se dieron casos en los cementerios del Buceo, del Norte, Cementerio Central.
Los mismos datan del 2009, lo que llevó a la Comisión de Derechos Humanos de la Junta Departamental de Montevideo a convocar a quien fuera en aquel año la directora de Acondicionamiento Urbano, Hyara Rodríguez, para informar sobre la situación en el servicio de Necrópolis, publicaba Montevideo Portal.
Habrá que ver entonces que consecuencias administrativas o políticas tiene este caso carmelitano, y también si es el único. La Junta Departamental de Colonia y el Municipio de Carmelo podrían ser los ámbitos adecuados para una investigación y debate de un tema que involucra políticas de Derechos Humanos.