Por Ricardo Montenegro – Batllistas Colonia (Sec. Gral. Partido Colorado)
Desde la entrega del edificio del hospital Departamental Dr. Samuel Berton, fuimos testigos de la desprolija y urgente mudanza del anterior. Luego lo fuimos de la inauguración del hospital (aún se desconoce el porqué de la omisión de incorporar “Dr. Samuel Berton” en el frente del edificio) que carecía de muchas cosas. Se requirió de un cambio de gobierno, de un nuevo directorio de ASSE y de un equipo de gestión en serio, capaz y responsable, para que las irregularidades se fueran corrigiendo y los servicios se adecuaran a las necesidades. Se pasó por la pandemia, se invirtieron recursos, se mejoraron salas y coordinaciones.
Sin embargo, el traspié político del entonces Frente Amplio y la adquisición de su franquicia por el PIT y las casi infinitas agrupaciones que lo integran, el Hospital Departamental, que atiende a más de 20.000 personas a miras de la realidad, ha sufrido de un ataque interno del Frente Sindical.
Contumaces con la línea de la mentira, con ella acechan día a día para erosionar credibilidades, e irrespetuosamente, como si fuera una cancha de fútbol de barrio, ha arropado al hospital con carteles de plastillera anunciando un apocalíptico futuro, partiendo de un presente falaz.
Fue tal la fuerza del ruido sindical que el Directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), encabezado por su presidente, Dr. Leonardo Cipriani, tuvo que venir a respaldar al equipo de gestión, integrado, en ese momento, por el Director, Dr. Gustavo Fernández, la Sub Directora Lic. Mónica Ruella y la Directora Adjunta Lic. Laura Díaz. Ese día se informó sobre las inversiones en ese centro y se dio un inequívoco mensaje de apoyo a la cúpula responsable del hospital.
Es minucioso el trabajo de coordinación de todos los servicios, implica la carga que supone cubrir ausencias en cualquier rubro y resolver otras muchas complejidades de la administración de un hospital que debe ser de referencia. Sin embargo, un día sí y otro también el sindicato local, apéndice del chavista AFUS, se opone a actos administrativos prescriptos. Y sin vergüenza ninguna, lo hace con rigurosa ferocidad. Las denuncias internas, la presión, el argumento (difícil y temerario) de una persecución y mal ambiente laboral, terminaron por hacer que una jerarca fuera apartada de su cargo: la Sub Directora.
Usted qué opina o piensa ante las preguntas de rigor: ¿puede ASSE disciplinarse al capricho sindical, allanarse a él o debe continuar en la senda de mejora, respaldando y manteniendo a quienes lo han levantado? ¿Puede más un puñado de funcionarios que las necesidades de decenas de miles de usuarios?
Hemos sido espectadores de rumores sobre ceses, cambios, renuncias, traslados y otros. Todo es difundido, buscando la “viralidad” de las redes sociales y las horas fuertes de los informativos. Propuestas cero. Ideas, mucho menos.
Que ASSE aclare las cosas y ahora. Si el problema de todo un hospital era una funcionaria de jerarquía ¿ahora que no está, qué? ¿Se aquietarán las pancartas?
No da para más, por las dudas recuerden: hoy van por uno, luego irán por los demás.-