Uruguay vivió este jueves un paro general parcial, tomado por la central sindical, el PIT-CNT, como un «llamado de alerta» contra un modelo económico «asociado al desarrollo de la desigualdad» y cuestionado desde el Gobierno.
Luego de una serie de movilizaciones de distintos sectores laborales en junio, los trabajadores detuvieron sus actividades por cuatro horas durante esta jornada.
«Es un llamado de alerta contra un tipo de crecimiento asociado al desarrollo de la desigualdad. Crece el producto bruto interno, hay rebaja salarial, se generan nuevos empleos pero son de peor calidad que los que había antes de la pandemia», dijo a la Agencia Efe el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala.
Asimismo, el sindicalista apuntó que hay un proyecto de negociación colectiva «que vulnera y hace retroceder los derechos de los trabajadores» y remarcó que el Gobierno prevé una reforma de la seguridad social que es «regresiva», porque aumenta la edad a la que las personas deben llegar para jubilarse.
Tras viajar especialmente a Montevideo para unirse a la huelga, miles de trabajadores del país se reunieron en la céntrica Plaza Independencia, ubicada frente a la sede de la Presidencia, donde mostraron banderas y pancartas con distintas leyendas como «Más hambre y menos educación es muerte social».
Desde allí, embanderados en rojo, anaranjado o verde, según el sindicato, marcharon hasta cerca del Palacio Legislativo, punto en el que llevaron a cabo el acto central con discursos y lectura de proclama que estaba previsto para la movilización, convocada bajo el lema «Con el pueblo, por nuestros derechos, contra el ajuste regresivo».
Es que, en estos días, en ese recinto, que es la sede del Parlamento, se está discutiendo el proyecto de ley de Rendición de Cuentas, en el que el Poder Ejecutivo definió los fondos que distribuirá en 2023 entre las diversas dependencias estatales.
Abdala valoró que, si bien la de este año es una Rendición de Cuentas con gasto cero, desde el PIT-CNT no pueden entender cómo desde el Ejecutivo se «ensalzó» a la ciencia y a la innovación por su contribución en la pandemia y ahora no se le da «absolutamente nada» a la Universidad de la República.
El mencionado proyecto de ley, entregado el pasado jueves por el Ejecutivo a la Asamblea General del Poder Legislativo, prevé un aumento del gasto público para el próximo año de 226 millones de dólares.
«La respuesta del movimiento sindical ha sido un mes de importantes movilizaciones que se sintetizan en este paro general con movilización», recalcó Abdala.
El motivo del paro no fue compartido por el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, quien, de todas maneras, resaltó a Efe que en un Estado democrático «es parte de la libertad que los actores sociales y el movimiento sindical se expresen como ellos entienden que deben hacerlo».
«Obviamente no compartimos el contenido del mensaje, me parece que hay un error profundo cuando se habla en la plataforma de hambre, de carestía, tratando de construir un relato de un país que está poco menos que en una situación de graves dificultades», expresó.
En ese sentido, el titular de la cartera agregó que los hechos «desmienten claramente eso».
«No quiero decir que no haya problemas, que no haya dificultades, que no haya muchas cosas que tenemos que mejorar para la mejor condición de vida de la gente, pero estamos bien lejos de una situación donde se pueda destacar como gran tema el hambre», enfatizó.
Finalmente, dijo que no hay «ningún dato» que indique que haya un incremento de la precarización del empleo y que lo que ha habido es «una recuperación del empleo» que la central sindical «debería reconocer».
«Hablar de precarización del trabajo es hablar sin manejar información o generar una intencionalidad de cuestionamiento al Gobierno, que sabemos que el PIT-CNT lo tiene», concluyó.
EFE