El debate sobre negociar por separado o en bloque los acuerdos comerciales con terceros, cuando Uruguay alista conversaciones con China, dividió este miércoles a los cancilleres del Mercosur reunidos en la ciudad paraguaya de Luque.
La primera cita presencial tras la pandemia de los ministros de Exteriores del Mercosur también dejó en evidencia las diferencias en el seno del bloque frente a la guerra entre Rusia y Ucrania.
Los socios del Mercado Común del Sur (Mercosur), mecanismo que data de 1991, rechazaron, tras no llegar a un consenso, el pedido del líder de Ucrania, Volodímir Zelenski, de dar un mensaje durante la cumbre que los presidentes del bloque sostendrán este jueves.
A la cita presidencial no acudirá el gobernante de Brasil, Jair Bolsonario, cuya «neutralidad» ha sido criticada por Zelenski.
Pero no todo fueron desencuentros. Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay anunciaron la conclusión de las negociaciones de un acuerdo de libre comercio con Singapur, el primero de este bloque con un miembro de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Además, dieron cuenta de la reducción del 10 % del Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur.
CONSENSO VERSUS FLEXIBILIDAD
Las discrepancias se hicieron evidentes durante la primera plenaria de la LX Reunión Ordinaria del Consejo Mercado Común, celebrada después de que el encuentro de ministros de Economía y presidentes de los Bancos Centrales abriera la jornada.
Mientras Argentina y Paraguay defendieron el consenso; Uruguay no descartó avanzar en solitario hacia acuerdos comerciales y Brasil dejó la puerta abierta a una «flexibilización» del bloque.
«Seríamos más débiles sin Mercosur», defendió en su intervención el canciller de Argentina, Santiago Cafiero, quien advirtió sobre el «perjuicio que cualquier ruptura del consenso» puede acarrear sobre los pueblos de estos cuatro países.
En el mismo sentido se pronunció el ministro paraguayo, Julio César Arriola, al afirmar que con la presencia de todos los Estados parte tienen «mayor capacidad y fuerza negociadora».
«Paraguay reafirma la importancia fundamental del respeto a la letra y al espíritu de los textos fundacionales del Mercosur, del consenso en la toma de decisiones y del comercio libre basado en reglas previsibles y equitativas», sostuvo Arriola.
Por su parte, el canciller de Uruguay, Francisco Bustillo, defendió la potestad de su país -que asume la presidencia pro tempore del Mercosur- de negociar de forma individual o en bloque los acuerdos comerciales con terceros.
Bustillo desvirtuó afirmaciones que consideró parecerían «poner en duda la convicción integracionista del Uruguay», y dijo que su país se sumó y permanecerá en este proyecto por una decisión «libre y soberana».
A su turno, el canciller brasileño, Carlos França, manifestó que el gigante suramericano está dispuesto a una «flexibilización» del bloque, que permita una mayor inserción en los mercados globales.
La declaración pareció un guiño a Uruguay, que exige justamente esa flexibilización para apoyar su decisión de avanzar en solitario en negociaciones para un acuerdo comercial con China.
BOLIVIA ESPERA SU INGRESO PLENO
Por otra parte, el ministro boliviano de Exteriores, Rogelio Mayta, reiteró el interés de su país de convertirse en miembro pleno del Mercosur, al que se adhirió en 2012 .
«Esperamos poder celebrar nuestro ingreso como miembros plenos pronto para contribuir con la convergencia de los procesos de integración», indicó Mayta.
Los países del Mercosur firmaron en 2015 el protocolo de adhesión de Bolivia, a lo que siguió la aprobación parlamentaria de los integrantes, aunque queda pendiente la ratificación legislativa de Brasil.
Durante la segunda parte de la reunión de cancilleres, que comenzó con retraso, intervinieron delegados de Colombia, Chile, Ecuador y Perú, así como de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y de Fonplata-Banco de desarrollo.
Al final, los cancilleres aprobaron, entre otros, un comunicado conjunto de los Estados partes y Asociados, así como declaraciones especiales sobre la recuperación económica y social y sobre seguridad alimentaria y producción agropecuaria sostenible.
EFE