Un 9 de diciembre de 2o2o comenzó a funcionar formalmente esta nueva gestión del Municipio de Carmelo. Allí en la primera sesión quedaron definidas tres grandes ideas para trabajar, la primera crear una Mesa de Trabajo (que ya esta funcionando), la otra propuesta avanzar en los presupuestos que presentan las empresas en licitaciones, y revisar las colaboraciones.
En aquella oportunidad desde la oposición se marcó que están dispuestos a reconsiderar las colaboraciones una a una. «Queremos saber quiénes son, qué hacen con ese dinero que es del pueblo», dijo el Concejal del Frente Amplio Daniel Caraballo.
Licitaciones sin sobre cerrado
El segundo gran tema fue el capítulo de presupuestos. El Municipio pide tres opciones, pero al presentar uno en la primera sesión de esta actual gestión surgieron dudas y objeciones por el elevado monto de una propuesta. Fue así que se consultó cómo realizan las invitaciones a licitar las empresas. Los precios y los oferentes no llegan a la sesión en sobres cerrados y lacrados. Ya se conoce previamente a votar, quienes se presentaron, qué precio ofertaron. Los concejales descubrieron que las empresas no presentaban las mismas propuestas e incluso no ofrecían el mismo servicio, por lo que se generó la duda en cuanto a que si en los llamados se aclara bien lo que se necesita. Todas esas dudas son de diciembre de 2020 y poco o nada se avanzó en aclarar la parte metodológica. Es más los problemas se profundizaron cuando se trató el caso de los baños de El Refugio.
Colaboraciones: «No somos un centro de beneficencia»
El debate de las colaboraciones, que mensualmente entrega el Municipio, ayudó a posicionar, al principio de la gestión, a cada uno de los concejales, más allá de los resultados que se obtengan, cuando en una mesa de trabajo, sin público ni prensa, se pongan de acuerdo con las políticas de mecenazgos que acuerde el nuevo gobierno local.
Mientras en diciembre de 2020 Daniel Caraballo y Juan José Miguelena denunciaban una herencia en «aceptar colaboraciones a amigos», la Alcalde Alicia Espíndola se paró firme y dejó en claro que no mezcla amistad con política.
Sin embargo el concejal Luis Pablo Parodi aseguraba que «en todos los partidos políticos hay amigos», en cambio Martín Manito bajaba decíbeles a la discusión señalando que para algunos estos temas «son nuevos» y propuso, en aquella oportunidad llevar la discusión a un ámbito más reservado como las «mesas de trabajo.»
El tema surgió del concejal Daniel Caraballo (FA) quien reflexionó que el cuerpo se debía una instancia en discutir las colaboraciones, «tenemos que hablar. No somos un centro de beneficencia, lo que estamos gestionando no es dinero nuestro, sino de la gente. Yo he estudiado y ha existido una colaboración entre $ 200.000 a $ 300.000 a una empresa particular.»
En enero de 2021 se trataron las «colaboraciones»
El formato de reunión de trabajo el año pasado terminó definitivamente con este tipo de encuentros a puerta cerradas. Incluso terminaron en un escándalo, previo a la sesión veraniega de enero de 2021 se conocía que se habría disuelto el grupo de WhatsApp que integraban los concejales, luego de varias discusiones subidas de tono.
No era la primera vez que este tipo de comunicaciones traía problemas, también en la anterior gestión, en su momento hubo interferencias, principalmente por acusaciones de filtración a la prensa, lo que llevó al menos a un concejal a retirarse del mismo. Pero en enero de 2020 la situación fue más crítica, literalmente le dieron de baja, nos explicaba en aquella oportunidad una fuente política.
Tropecé de nuevo con la misma piedra
Si bien el Frente Amplio dijo en su momento que se terminaban «las reuniones de trabajo» y que «ahora sería todo transparente», esa posición política -por alguna razón- cambió y hoy 26 de julio, luego de la reunión prevista con integrantes del Tribunal de Cuentas que están realizando una auditoría en el Municipio; está previsto que los concejales y alcalde mantengan una reunión de trabajo para definir las políticas de «colaboraciones.»
La posición más clara en este tema, la tiene la Alcalde Alicia Espíndola quien siempre ha sostenido que se debe colaborar con todos, con el mismo importe. En el resto de los concejales hay preocupación pero las posturas son diversas y oscilan entre estudiar caso a caso, en algunos rechazar las mismas cuando por ejemplo se cobran entradas y a su vez banquear los pagos con facturas oficiales y no permitir la presentación de boletas de empresas amigas de los organizadores.
De lo que resulte en esa reunión privada, seguramente el tema ya ingrese consensuado a la sesión municipal.
Lo que la opinión publica desconocerá son las eventuales concesiones o alcance de acuerdos que se puedan llegar a dar entre los concejales. También se puede dar que caigan algunas contribuciones y se justifiquen otras, tema seguramente que podría traer turbulencias en la opinión pública.
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