(*) Por Nicolás Viera Díaz
Rosario, 31 de julio de 2022.-
Sr. Alcalde del Municipio de Rosario
Estimado Pablo.
Es la hora 20 del domingo 31 de julio de 2022.
He vuelto de la Plaza “Benito Herosa”, lugar donde se realizó la presentación de la Marca Ciudad.
Como vecino de esta hermosa ciudad, siento la necesidad de escribir algunos razonamientos que,
se podrán compartir o no, pero que nacen de una necesaria actitud de hacer justicia.
El lanzamiento de la Marca Ciudad será un hito en la gestión del Municipio de Rosario y ojalá
logre unir las diferentes aristas de nuestra comarca: arte, cultura, producción, gestión pública,
desarrollo privado y todos los aspectos sociales.
Lógicamente, eso requerirá de mucha visión y de trabajo colectivo de verdad.
Justamente, siento que en el día de hoy no estuvo presente ni lo uno, ni lo otro. Ni hubo visión ni
se mostró trabajo colectivo.
Escuché atentamente tus palabras dirigidas al público. Estuvieron muy lindas. Fue una
demostración del “deber ser”, de lo ideal a seguir… pero se iban alejando cada vez más de la práctica
cuando me enteré que la mayoría circunstancial del partido político que representas evitó que la
Concejal Natalia Salaberry hiciera uso de la palabra en ese acto.
Tus palabras se alejaban aún más, cuando omitiste mencionar de dónde partió la idea, quién la
llevó al Municipio y por qué razón se estaba concretando este gran logro compartido por todos.
Y se distanciaban más y más a medida que los oradores dejaban sus mensajes. Oradores todos
que me merecen un profundo respeto personal (incluyendo el agradecimiento por la mención que
realizaron a mi persona) pero que poco tuvieron que ver con el desarrollo de la idea general.
Además, la ciudadanía de Rosario eligió un Concejo de cinco miembros para conducir su destino
y ninguno de los Concejales tuvo la debida relevancia, cuando sabemos que sin la decisión de ellos nada
es posible. Entre los oradores faltó la otra parte de los elegidos por la ciudadanía, y además quienes
plantearon la idea original: los Concejales de la “oposición”.
Por eso creo, estimado Pablo, que las palabras son muy bonitas pero si, llevadas a la acción, no se
las acompaña con el ejemplo, caen en saco roto.
En tus palabras y en el estrado faltó la presencia de la Concejal Natalia Salaberry. Era justo
reconocer su iniciativa, su trabajo, su visión colectiva. Faltó al menos una alusión justa a la labor de la
Comisión de Cultura del Municipio que tuvo a cargo la organización logística de todo el evento.
Hay veces que los personalismos y las actitudes mezquinas de las calculadoras electorales
obnubilan lo importante, lo trascendente, que es trabajar juntos por una misma comunidad.
Eso es lo que las vecinas y los vecinos reclaman. Están hartos de las separaciones arbitrarias e
intrascendentes. Están asqueados de las zancadillas espurias de los políticos.
Justamente, la gente quiere trabajo, quiere dedicación de los gobernantes que eligió, quiere
unidad institucional por sobre cualquier bandera que intente dividirnos.
Eso fue lo que faltó en esta hermosa actividad que seguramente marque un antes y un después
en la gestión de una mejor ciudad.
Sé que puedo hablar por mucha gente, que como yo, manifestó en la plaza razonamientos
similares a este que intento trasladar. De igual manera, no pretendo hablar más que por mí, en calidad
de vecino de esta hermosa ciudad.
Espero que mis palabras se tomen con el objetivo para el que fueron escritas: ayudar a entender
que una mejor comunidad la construimos entre todas y todos, con su debido reconocimiento, sin dejar a
nadie por el camino, pensando en el bien superior que es la pública felicidad.
Se avecina la tarea de celebrar los 250 años de fundación de la ciudad, instancia que nos debe
encontrar como un puño, aportando y poniendo lo mejor de cada uno desde la acción, no solo desde el
discurso que, descuento, vamos a estar todos de acuerdo.
Afectuosos saludos, y a seguir trabajando juntos por una mejor ciudad.
(*) Nicolás Viera Díaz es Diputado por el Frente Amplio
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