El turismo en Carmelo

Por Elio García

Hace poco se conoció el resultado de una investigación de mercado donde da cuenta que nuestra ciudad -antes de la pandemia- contaba con aproximadamente unas mil camas en el sector hotelero.

Hoy la realidad nos marca que hay unas 290 camas, con un promedio muy bajo de ocupación, alrededor de un 50%.

Estamos hablando de unas 145 camas.

Esto explica gran parte del silencio.

En la agenda local el tema no existe por una razón sencilla, los operadores turísticos que alimentaban esos números del pasado ya no existen. No están. No hay gente con quien hablar.

Detallar uno a uno los emprendimientos que hemos ido perdiendo ya se puede considerar una actitud masoquista, todos lo sabemos.

Pero a veces la realidad es difícil de percibir, por eso la investigación presentada por la empresa Amarila y promovida por la Unidad Pymes de la Intendencia de Colonia, debería ser un documento de lectura obligatoria para quienes trabajan aún en el rubro, para el sector comercial, los representantes políticos locales, departamentales y nacionales, los líderes de opinión, y los interesados por las cosas carmelitanas.

No hablar es el peor de los escenarios.

Por eso, reitero, que ésta investigación es bienvenida. Nos muestra los números del turismo a nivel local, desde el método científico.

Y las cosas hay que decirlas. Ese estudio lo dice cuantitativamente.

Asistimos a un escenario devastado. Recomponerlo será una tarea que llevará su tiempo y donde hay cuestiones que podemos trabajar y otras que no dependen de nosotros. Tal vez en las más importantes poco podremos hacer.

La conectividad fluvial y aérea, la situación económica de la Argentina, la recuperación de los destinos turísticos desde una perspectiva global, son parte del problema.

Pensar que la inversión llegará sin tener algunas certezas -frente a estas realidades-  parece poco probable.

Y los turistas ya no vendrán por sí solos.

Habrá que atraerlos con experiencias mejores, más diferenciadas y más competitivas que las de nuestros rivales”, dice Luis Buzzi, socio responsable de turismo y ocio en KPMG España, en una nota publicada en El País de Madrid.

Los modelos de negocio, la forma de captar viajeros y fidelizarlos, deberá transformarse.

Todas las estrategias de diferenciación que generen ventajas competitivas deberán ser puestas en juego.

Todo apunta a la calidad y no tanto a la cantidad. Poner patas para arriba todo lo que era antes. Lo que se decía y hacía.

No es tiempo de emprendimientos de futuro, hay que construir el ahora.

Hoy el hoy en turismo es clave.

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