En las últimas semanas el tema del Instituto Nacional de Colonización (INC) ha emergido una vez más,
en la agenda de discusión pública, principalmente por un pedido de auditoría externa de la gestión de
los últimos 10 años (derecho legítimo para cualquier nueva administración), la cual ya se encuentra en
curso.
Habrá que esperar los resultados de la mencionada auditoría, pero, en cualquiera de las
hipótesis imaginables, la misma no arrojará luz estratégica que permita repensar la política de
colonización ni el accionar del Instituto, pues su objetivo es diferente.
El Poder Ejecutivo ha definido que no se asignarán más recursos al INC con destino a la compra de tierras y su posterior entrega a nuevos colonos. Seguramente, desde la oposición se reitere el planteamiento de continuar
distribuyendo tierras como se venía realizando hasta el año 2019 y como se culminó, hasta agotar la cartera disponible, durante el año 2020 y el 2021.
Para resolver sobre el presente y futuro del INC y la política de tierras, es preciso discutir el tema a
fondo utilizando una metodología apropiada que posibilite establecer los resultados alcanzados
(evaluación de impacto) en las unidades productivas de los colonos durante la última década.
Complementariamente, diseñar y proponer las transformaciones que debería tener el Instituto, para
aplicar recursos con eficiencia en un nuevo rol, actualizado al dinámico desarrollo agropecuario que
muestra el país y a los modernos y exigentes requisitos de funcionamiento de los sistemas
agroalimentarios. Expresado en forma muy concisa, ésta ha sido la propuesta presentada por el
Partido Independiente a través de su Grupo Técnico AGRO a las autoridades del Ministerio de
Ganadería, Agricultura y Pesca.
Sin realizar una evaluación con estos alcances, la continuidad del Instituto sería para hacer “más de lo
mismo” respecto a lo realizado en la última década o peor aún, “peor de lo mismo”, lo cual también
es posible.
Parece ineludible que los organismos competentes, el MGAP y el INC, instrumenten un estudio en
profundidad con apoyo de alta especialización, quizás apelando a la ayuda técnica y financiera de
organismos internacionales, de manera que en algunos meses y con la información necesaria,
posibilite al Gobierno de Coalición actuar en consonancia con el “Compromiso con el País”. En dicho
documento se establecía explícitamente el propósito de abordar “la adecuación del INC a la actual
realidad (agropecuaria)”.
Han transcurrido ya más de dos años de gestión del Gobierno de Coalición y el camino no se ha
iniciado, los tiempos apremian y debe quedar muy claro que cambios superficiales no brindarán las
soluciones necesarias.
(*) Trabajo presentado por el Grupo Técnico Agro del Partido Independiente, formado por el técnico rural Miguel Jiménez de Aréchaga y los ingenieros agrónomos Carlos Sammarco, Carlos Mas, Álvaro Ramos y Alfredo Mandl.
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