Falleció Carlos “Bebe” Balladares el creador de Los Balla

Si algo disfrutaba el "Bebe" eran los sorteos de Los Balla.

Falleció Carlos Alberto «Bebe» Balladares,  todos los conocíamos por ser el creador del supermercado Los Balla.

Multifacético, emprendedor, supo buscarse la vida experimentando cosas variadas que no se relacionaban entre sí, como la construcción, la chacra, los viñedos, la provisión y finalmente uno de los supermercados más importante de la localidad.

Casi arquitecto

Algunos no conocen que al «Bebe» le faltaban muy pocas materias para recibirse de Arquitecto. Me consta que en esa profesión muchos arquitectos carmelitanos lo reconocen igual como tal, aunque no concretó el título. «Se nos fue un colega», dijo hace un rato un arquitecto local que consultamos para averiguar más sobre esta faceta de Carlos.

Es que había que laburar y dejó la carrera casi cuando estaba en la última etapa próximo a recibirse. Pero trabajó en la construcción y hay varias obras con su impronta en nuestra ciudad.

La historia de Los Balla: De una pequeña habitación a una gran estructura

La historia del Supermercado Los Balla es muy interesante, surgió como una provisión, donde ofrecía productos de su chacra, en su casa, que la demolió para construir el actual edificio comercial.

En una habitación vendía sus productos, luego cruzó a la otra vereda y generó una provisión. Vio un nicho de mercado, extendió el servicio de atención y le fue muy bien. Tan bien, que volvió a cruzar pero ya para construir en dos etapas lo que hoy es Los Balla.

Laburante incansable junto a su familia, a Carlos se lo reconocerá por ser un constructor de sueños y llevarlos a cabo dejando todo.

Integrante de una generación de comerciantes locales que eran inquietos, de palabra, y orgullosos de construir una marca local con sus apellidos. Porque en Carmelo hay familias que uno las nombra y sus apellidos son vinculantes con su comercio.

Al «Bebe» se lo recordará por disponer de todas las horas siempre. Por aventurarse a todas las iniciativas y no dudar en dejarlas de lado si no funcionaban. Por reinventarse. Por en definitiva ser una buena persona.

Un luchador nato, un señor que dejaba todo en la cancha. Y que renacía siempre con nuevas ideas. A familiares, amigos, integrantes de la firma, vaya nuestro reconocimiento y un apretado abrazo de condolencias.

 

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