Todo comenzó con la publicación del Edil Gabriel Gabbiani (Partido Colorado) en su cuenta de Facebook de una comparación de fiestas organizadas con dineros del Estado.
Gabbiani escribió«Fiesta de Sendic para inaugurar planta de ANCAP junto a CFK: US$ 370.000. Fiesta en embajada uruguaya en Bs. As.: US$ 8.795.»
La frase disparó un debate entre el edil colorado y la diputada colorada Nibia Reisch.
«No estaba de acuerdo que se hicieran fiestas en gobiernos anteriores. Tampoco ahora. Hay que optimizar el uso de los dineros públicos. Es menos que antes? Si. Pero por poco que sea se puede invertir en solucionar alguna problemática,» señaló Reisch, a lo que Gabbiani respondió: «La diplomacia requiere -por no decir «obliga»- a ciertos protocolos, entre ellos recepciones, veladas, fiestas típicas, conmemoraciones, promociones artísticas, actividades culturales y muchísimas cosas más. Todo ello genera un costo previsto en el Presupuesto de todos los países y no está mal que se use para esas actividades, porque para eso se incluye en gastos e inversiones.
Lo que está mal es que se abuse de determinadas potestades y que esos costos se eleven por encima de lo previsto, tal lo sucedido con Sendic en 2013.»
El debate continuó y se produjo el «no opino igual»:
Edil Gabbiani: No opino igual. Creo que las conmemoraciones (y más a ese costo, muy menor al lado de otros gastos que se hacen en otras áreas del Estado y que sí deberían recortarse) de las fechas patrias deben respetarse y conmemorarse.
La austeridad no es por ahí. Es, por ejemplo, en el uso de vehículos oficiales, en el pago de viáticos que perfectamente pueden evitarse o en el pago a los proveedores del Estado, que son carísimos porque éstos le ponen sobreprecios a sus artículos y servicios sabiendo que las dependencias estatales pagan tarde y mal.
Diputada Reisch: una cosa no quita la otra. Cueste lo que cueste es innecesario una fiesta para 700 personas. En eso siempre estuve de acuerdo con Talvi, hay que terminar con la diplomacia coctel.
Diputada Reisch: en esta discrepamos. Estoy convencida que se pueden conmemorar las fechas patrias, sin necesidad de realizar cóctel.