El ministro argentino de Seguridad, Aníbal Fernández, aseguró este lunes que puso su renuncia a disposición del presidente, en medio de la polémica por el manejo de la custodia de la vicepresidenta, Cristina Fernández, durante el intento de magnicidio ocurrido el jueves pasado.
«Cuando esta cosa sucedió, lo primero que le dije al presidente (Alberto Fernández) es que yo estaba dispuesto, cuando él lo decidiera, a correrme», afirmó el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, a los medios apostados en el ingreso a su ministerio.
La vicepresidenta sufrió un atentado el jueves pasado cuando un hombre le apuntó con un arma y gatilló dos veces sin que saliera el disparo, en momentos en que Cristina Fernández regresaba a su apartamento y saludaba a sus seguidores que, desde el 22 de agosto, instalaron una vigilia en su domicilio.
Debido a la posibilidad del ataque y a que la también exmandataria (2007-2015) estuvo alrededor de seis minutos más saludando a sus seguidores en las puertas de su domicilio, en el barrio capitalino de Recoleta, después de que le apuntaran con el arma, se levantaron cuestionamientos al accionar de la custodia por no haberla protegido y aislado de inmediato.
Aníbal Fernández negó este lunes que la custodia haya actuado con negligencia, al indicar que «los protocolos se han cumplido», ni que hubiera una reacción tardía de los custodios.
En tanto se defendió de que el agresor no fue detenido por la Policía Federal sino por otra fuerza: «En el video se logra descifrar que hay un arma en el medio después de un rato largo. En el lugar pasa exactamente lo mismo».
Antes del ataque, el lunes de la semana pasada, Aníbal Fernández había informado la decisión de ampliar la custodia de Cristina Fernández y a su domicilio, independientemente de la custodia personal de la Policía Federal, que reporta a ese ministerio, que siempre la asistió.
Fernando Sabag Montiel, de nacionalidad brasileña y de 35 años, fue detenido el jueves pasado por intento de homicidio a la vicepresidenta pero se negó a declarar, en tanto el arma incautada al sospechoso es una Bersa calibre 32 automática, que, en su base, posee numeración parcial 250, apta para el disparo.
Aníbal Fernández dijo que habló con la vicepresidenta el jueves y sábado pasados, en tanto se sentó al lado del presidente, Alberto Fernández, en la reunión de gabinete que se realizó el viernes último.
El ataque a Cristina Fernández se dio en un contexto de fuerte tensión política entre el oficialismo y la oposición, que ha crecido desde que el 22 de agosto, cuando un fiscal solicitara una condena de 12 años de prisión para la vicepresidenta en el marco del juicio oral al que es sometida por presuntas irregularidades en la concesión de obras públicas durante su Gobierno. (EFE)
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