Pioneros latinoamericanos en el desarrollo de videojuegos, en Uruguay la industria del entretenimiento no ha parado de crecer, por lo que hoy es una de las más exportadoras y junto a Estados Unidos, su principal mercado, se unen en un vínculo que «suma vidas» para todas las edades.
Creatividad y “saber lo que el jugador necesita” son los ingredientes estrella de la receta para que los videojuegos uruguayos tengan éxito, explica a Efe Laia Barboza, presidenta de la Cámara Uruguaya de Desarrolladores de Videojuegos.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Uruguay en este ámbito puesto que “más del 75 % de los ingresos vienen de consumidores de este país y por eso es un mercado tan importante para el sector” continúa Barboza.
Por este motivo, la embajada de Estados Unidos en el país decidió dedicarle al mundo de los juegos virtuales su pabellón de este año en la Expo Prado, la mayor feria ganadera y agroindustrial del país que sirve también como escaparate para muchas instituciones y países.
“Estados Unidos es el mayor socio comercial de productos y servicios de tecnología informática y videojuegos. Es un área donde (…) hay mucho intercambio y mucho comercio y quisimos destacar esta conexión”, relata a Efe Lauren Holt, consejera adjunta de asuntos públicos de la embajada norteamericana.
DE LAS “MAQUINITAS” DE ARCADE A LA REALIDAD AUMENTADA
Íconos del mundo de los videojuegos como el «Comecocos» o las coloridas piezas de «Tetris», junto a algunos de los primeros modelos de consolas domésticas, integran la muestra organizada por la delegación diplomática estadounidense.
Además, dos “maquinitas” de arcade roban la atención de visitantes de todas las generaciones: para los mayores de 30, son un viaje a la infancia y las tardes perdidas en salones recreativos. Para los más jóvenes, unas cajas extrañas con juegos con gráficos de dudosa calidad.
La muestra presenta también a algunos de los pioneros de esta industria, como Shigeru Miyamoto, el “padre” de los videojuegos y creador de las empresas que lanzaron al mercado a «Mario» o «Donkey Kong». También Jerry Lawson, el inventor de los cartuchos, que permitieron que con la misma consola se pudiesen vivir distintas aventuras, o Carol Shaw, la primera mujer que diseñó videojuegos.
Incluso hay lugar para el “streamer”, “youtuber” y presentador de deportes electrónicos español, Ibai Llanos, quien en junio de este año batió todos los récords de audiencia en la plataforma Twitch con una retransmisión en directo que registró un pico de 3,3 millones de dispositivos conectados simultáneamente.
El paseo propuesto por Estados Unidos se completa con pantallas interactivas para descubrir las especies de animales presentes en la “Expo Prado” y un juego de realidad aumentada para adentrarse en la historia de los juegos electrónicos.
SUBIR DE NIVEL
En 2011, un juego de estrategia llamado “Kingdom Rush” colocó a Uruguay en el mapa mundial del desarrollo de videojuegos.
El icónico juego en el que un caballero medieval con armadura debe defender su torre colocando obstáculos para sus enemigos “lideró los rankings de venta en Estados Unidos durante bastante tiempo”, recuerda Barboza.
“Ocurre que vamos a las mayores ferias internacionales de desarrollo de videojuegos y cada vez que nombramos Kingdom Rush quedan asombrados de que sea de un país tan chiquito como el nuestro”, comenta divertida la desarrolladora, quien reconoce que este juego “fue realmente innovador en ese momento y por eso captó mucho público”.
Para Barboza, en Uruguay “hay mucha creatividad” y, aprovechando la ola impulsada por Kingdom Rush, el país cuenta también con “una oferta educativa extensa” que hace que esta industria siga desarrollándose.
Tal es así que en Uruguay “hay unas 25 empresas de videojuegos y, aproximadamente, unos 15 estudios que están en camino a formalizarse”, asegura Barboza.
“Se calcula que Uruguay debe estar produciendo entre 15 y 20 juegos al año de cara a exportación”, cuantifica la portavoz de los desarrolladores de este tipo de productos de entretenimiento.
El comercio de tecnologías de la información entre EE.UU. y Uruguay mueve más de 1.000 millones de dólares al año, según datos facilitados por la embajada de Estados Unidos.
Una buena porción de este negocio corresponde a la industria de los videojuegos que no deja de subir de nivel y que tiene aún muchas vidas por jugar. (EFE)