La obra de los baños del Refugio se encuentra parada. Hace más de un mes se decidió colocar rejas, se decidió pedir presupuesto a una empresa y para apurar la gestión la aprobaron por mail.
El problema generó un cuestionamiento por las firmas de las órdenes. Como los concejales frenteamplistas no firman, el nacionalismo decidió no firmar esta compra hasta ver primero estampada la de la oposición.
La decisión fue calificada de «chantaje» por los concejales del Frente Amplio y el ambiente se caldeó pasando revista a toda la gestión de los baños la que calificaron de «un desastre.»
FA denuncia mala gestión con un sobreprecio de 700 mil pesos uruguayos
«Terminamos pagándole a la Asociación de Arquitectos de Colonia Oeste, porque la Dirección de Arquitectura de la Intendencia de Colonia salió del proyecto -dijo el concejal Mario Guaraglia (FA)- , se manejó todo mal, el mismo Arquitecto dijo en este recinto que nunca controlaba una obra», denunció.
Guaraglia calificó que esa «mala gestión» le costó a la sociedad carmelitana un sobreprecio de $ 700.000 mil pesos».
La alcalde Alicia Espíndola respondió que los concejales frenteamplistas muchas veces no prestan atención al desarrollo de las sesiones «hablan entre ustedes, no atienden, la próxima vez que los vea así voy a suspender la sesión», adelantó.
«Nos parece justo que sus proyectos, el de los baños del Refugio que es de ustedes, lo firmen», dijo el concejal Pablo Manitto.
Pase de facturas
Mientras desde el Partido Nacional se insistía en asumir la responsabilidad total de los proyectos que presenta el Frente Amplio, firmando las órdenes de compra, desde allí dieron algunos ejemplos para aclarar que cuando se los responsabiliza se contextualice.
En la firma de las órdenes de compra el concejal Juan José Miguelena (FA) dijo que se había presentado hace unos días y la misma no estaba disponible para la firma. Pero también puso algunos ejemplos como la compra de un motocultivador tema que no fue votado en sesión y fue comprado por la propia alcaldesa, sin consultar, argumentando que era una oferta con buen precio que incluía un «soplador» gratis.
Otro ejemplo fue la compra de la barométrica que desde el Frente Amplio se argumentó el gasto habría sido observado por el Tribunal de Cuentas, con un costo de 2.500.000 pesos uruguayos. Pero además se mencionó que la misma no vino operativa a las funciones que son propias de Carmelo, por lo que se tuvo que gastar más dinero, sin mencionar montos.
«Antes no se controlaba nada», cuestionó Miguelena, quien aclaró que la ausencia de la rubrica no se debe a caprichos sino a que «no tenemos posibilidades de controlar los precios, tenemos dudas de compras con posible sobreprecio. La sociedad nos puso en el rol de contralor«, concluyó.
El final de la obra de los baños del Refugio concluiría con la firma de todos los concejales de las órdenes que habrían sido aprobadas hace más de 20 días, pero el tema había quedado «congelado» hasta aclarar la política de firmar documentos por los concejales.