Con variadas propuestas latinoamericanas que fusionan la música con la palabra y la mira en lograr que la poesía pueda «ganar territorio» conquistando incluso a los menos adeptos, Uruguay acoge una nueva edición de su Mundial Poético.
Con la llegada de la primavera austral, las actividades culturales afloran por diversos rincones de la capital uruguaya y el emblemático Teatro Solís no se queda atrás, pues en su recientemente inaugurada Sala Idea Vilariño, en honor a una de las poetas uruguayas más conocidas, son justamente los versos los que, al caer la tarde, llenan las butacas.
Es que, como destaca en diálogo con Efe Martín Barea, el creador del evento que desde 2013 reúne en Montevideo a poetas de distintas nacionalidades para compartir su trabajo y celebrar la poesía, el Mundial Poético llega en su octava edición con el impulso de volver a encontrar las salas colmadas de público.
«En 2020 pudimos realizarlo en marzo, justo cuando se declaró la pandemia, y fue la despedida más rara y dolorosa, los poetas se volvieron llorando a sus ciudades. En 2021 logramos la gesta de hacerlo (…) sin público, vía streaming (transmisión)», relata sobre las últimas ediciones del encuentro de cinco jornadas que culmina este domingo.
Quien concibió la idea en principio como una bienal sobre poesía que derivó a partir de 2016 en un evento anual explica así que la edición 2022 vuelve a contar con poetas extranjeros, en este caso de Chile y Brasil, en un encuentro cuya temática central es la «Geopoetik» o geopoética.
Se trata, según define el organizador en la gacetilla del evento, de una reinterpretación contemporánea del concepto ideado por el escocés Kenneth White, quien, en consonancia con conceptos de la metafísica y el nihilismo, propuso hacia fines del siglo XX elaborar «una nueva base» sociocultural.
Para Barea, el evento busca «dibujar un posible mapa» y continúa en la senda de sus anteriores ediciones de «tender redes» tanto entre los artistas como con los espectadores.
«Vamos mapeando, tendiendo redes y buscando que sea (un encuentro) de gran alcance para el público. Todas nuestras actividades son con entrada libre y en espacios que son en general privativos de las compañías teatrales o los shows de música, entonces es ganar territorio para la poesía», remarca.
Uno de los platos fuertes de la edición, de la que participan los brasileños Pedro Lago, Ana María Bonjour, Botika, Leonardo Marona y Pedro Rocha y, entre otros, los uruguayos Nicolás Arreche, Mariella Nigro, Sabrina lastman y Lucía Delbene, es sin duda el de las propuestas que fusionan sus palabras con música.
Este es el caso de González y Los Asistentes, la banda de rock chilena que, como asegura su vocalista, el poeta Gonzalo Henríquez, llega a Uruguay con «toda la expectativa» de tocar sus creaciones, textos poéticos traducidos a un formato de canción con «tres o cuatro minutos» de duración.
Para Henríquez, la banda de 20 años de trayectoria, que presentará en el Mundial Poético el documental «Zurita y los Asistentes. Una historia de Rock y Poesía», en el que Jael Valdivia lleva al cine las presentaciones del grupo junto al célebre poeta Raúl Zurita, presentará temas en los que es central la «libertad» y variedad de tópicos.
«El género (poético) es muy abierto, muy libre, entonces podemos improvisar, siempre hay algo nuevo que decir. Los textos míos son bastante políticos de cierta forma y (en ese sentido) tratamos de decodificar el tiempo que nos tocó vivir», concluye el vocalista listo para recibir a los fanáticos de un Mundial que, en lugar de fútbol, respira poesía. (EFE)
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