Por Rodrigo García
Ocupa un papel central en la política argentina desde hace más de 70 años y la icónica imagen de sus fundadores, Juan Domingo Perón y su esposa, Evita, lleva décadas dando la vuelta al mundo en forma de libros, películas o musicales. Sin embargo, muchos aún se preguntan: ¿Qué es el peronismo?
¿Es de izquierdas o de derechas? Dividido en múltiples sectores, no es fácil establecer una única definición para el movimiento que abarca al actual presidente, Alberto Fernández, y la influyente vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien fue mandataria entre 2007 y 2015.
Del progresismo al conservadurismo, pasando por el menemismo, el kirchnerismo o el cristinismo, como se conoce a los «peronismos» de los expresidentes Carlos Menem, Néstor Kirchner y la viuda de este, Cristina Fernández, se trata de uno de los más emblemáticos espacios políticos de Latinoamérica.
Y este lunes, cuando queda un año para las próximas elecciones, celebra su fecha más importante, el Día de la Lealtad, en medio de tensiones internas y de la crisis económica que arrastra el país.
IDEOLOGÍA DEL PERONISMO
Aunque el Partido Justicialista (PJ) sigue siendo la formación institucional del peronismo, existen agrupaciones y frentes que se adhieren al movimiento, sindicatos, movimientos sociales y organizaciones de base, que agitan tres «banderas»: la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.
Pero también los «ideales peronistas» reflejan valores como la organización de los trabajadores para defender sus derechos, la promoción de la industria nacional o la equidad en el acceso a servicios públicos.
EL ORIGEN
En 1945 y con 50 años, el coronel Perón, que tiempo antes había vuelto de un viaje a Europa fascinado por las medidas de Benito Mussolini, despuntaba ya como vicepresidente, ministro de guerra y secretario de Trabajo de la dictadura que en ese momento gobernaba Argentina.
Su trabajo por la ampliación de los derechos sociales y laborales y su engolado discurso le acercaron a los más humildes, hasta que el 12 de octubre fue detenido por sus opositores militares.
Cinco días después, miles de obreros se movilizaron hasta la Plaza de Mayo de Buenos Aires para exigir su liberación. La cúpula del régimen, presionada por las masas, decidió liberarlo y pactó con él que hablaría a los manifestantes desde el balcón de la Casa Rosada para tranquilizarlos: el 17 de octubre de 1945 nació el peronismo.
PRESIDENCIAS DE PERÓN
Perón venció en los comicios de 1946, en un momento de gran bonanza económica para Argentina, muy favorecida por el comercio durante la Segunda Guerra Mundial pero que arrastraba una gran desigualdad.
Sus dos primeros mandatos (1946-1955) se caracterizaron por su gran personalismo y medidas de nacionalismo económico, pero también por la tensión política y el encarcelamiento de opositores. Lugar central ocupa Evita, quien impulsó un sinfín de medidas sociales y dio el empujón definitivo para aprobar el sufragio femenino.
La muerte en 1952 de la «abanderada de los humildes», una situación económica no tan boyante y la acción del «antiperonismo» fue el principio del fin de Perón, quien en 1955 fue derrocado por un golpe militar que le llevó al exilio y dictó una proscripción del peronismo que duró casi dos décadas.
En 1973, anciano y enfermo, retornó al país y volvió a ganar las elecciones, en una época de maltrecha economía y fuerte actividad guerrillera hasta que, un año después, su muerte precipitó el ascenso presidencial de su tercera esposa.
La vicepresidenta María Estela Martínez se vio incapaz de controlar la situación, teñida por la violencia entre la izquierda y la derecha peronista, en especial entre la guerrilla Montoneros y el grupo terrorista estatal Triple A.
Los militares volvieron a aparecer y en 1976 dieron un golpe que desencadenó la más sangrienta dictadura del país.
PERONISMO DESPUÉS DE PERÓN
Tras el retorno de la democracia en 1983, el peronismo triunfó en seis comicios presidenciales, con el liderazgo de Menem, Néstor y Cristina y, ahora, Alberto Fernández.
También gobernaron, en forma provisional, Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Caamaño en 2001 y Eduardo Duhalde en 2002 y 2003.
Mientras Menem llevó adelante una política de apertura comercial y de privatizaciones de empresas públicas ubicada en la centroderecha, los Kirchner hicieron lo contrario: fomentaron el proteccionismo, renacionalizaron empresas y promovieron una política de derechos humanos que incluyó anular los indultos con los que Menem había favorecido a militares de la dictadura.
Hoy, el peronismo, más vigente -y dividido- que nunca, busca la estrategia para refrendar su poder en 2023. Una empresa que no es fácil: la crisis económica no cesa, como tampoco las tensiones entre presidente y vicepresidenta, quien a su vez en pocas semanas podría ser condenada por primera vez por delitos de corrupción. (EFE)
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