Una decena de activistas de Greenpeace se colgaron este lunes del puente que une las ciudades de Resistencia y Corrientes, ubicadas en el norte de Argentina, para protestar contra la deforestación que sufre la provincia septentrional de Chaco, informó la organización en un comunicado.
Suspendidos a más de 30 metros de altura, entre fuertes vientos y con grandes pancartas, los activistas aprovecharon la ocasión para cargar contra el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, a quien acusan de no haber frenado las deforestaciones, pese a estar suspendidos desde noviembre de 2020 por un fallo de la Justicia provincial.
«El gobernador Capitanich es cómplice de los desmontes (deforestación) ilegales que ocurren en la provincia, por eso estamos señalando su responsabilidad en esta acción de resistencia en el puente», aseguró Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace, en declaraciones recogidas por la entidad.
Durante los últimos dos años, la deforestación arrasó con más de 42 hectáreas de bosques nativos en la provincia de Chaco, «una superficie equivalente a dos ciudades de Buenos Aires», según datos de Greenpeace.
«La provincia de Chaco ya perdió la mitad de sus bosques y ahora, a través de un decreto, el Gobierno propone validar los desmontes que se realizaron ilegalmente y permitir la deforestación de un millón de hectáreas más, con el objetivo de expandir la producción de soja y ganadería. No podemos perder ni una hectárea más», subrayó Cruz.
La protesta, organizada con motivo del Día Internacional contra el Cambio Climático y la campaña de la entidad ecologista en defensa de los últimos veinte yaguaretés (jaguares) que sobreviven en el Gran Chaco Argentino, incluyó la participación de activistas procedentes de todos los puntos del país.
Según Greenpeace, los sectores agrícolas, ganaderos y silvilícolas representan un 37 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de Argentina. (EFE)