La operación “Vecna” de la Brigada Departamental Antidrogas (BDA) de la Jefatura de Colonia venía gestándose desde agosto cuando efectivos policiales identificaron puntos de venta de sustancias estupefacientes en la ciudad de Colonia y tras el cruzamiento de datos obtenidos en investigaciones anteriores se obtuvo conexiones con el tráfico de drogas en el departamento de San José.
De la investigación surge que consumidores que concurrían a determinado lugar a comprar eran redirigidos y se iban a buscar sustancias a otros barrios como Ferrando y El General, lo que determinó el vínculo de estas viviendas donde funcionaban bocas.
Allí se determinó que a estos lugares llegaban personas en vehículos de alta gama provenientes de la ciudad de San José de Mayo, que ocupaban y en algunos casos alquilaban estas viviendas y las acondicionaban para la venta, la que se realizaba a través de pequeños agujeros en las paredes.
Otro aspecto importante que surge de esta investigación es que la organización reclutaba personas en situación de calle o con problemas económicos de San José y que luego los ubicaba como vendedores de la droga en esos lugares en Colonia.
En un trabajo con la Policía de San José se pudo determinar que esta organización administraba varias bocas en ambas ciudades bajo la misma modalidad.
Esto determinó tareas conjuntas con personal de la Jefatura maragata, realizándose diecisiete allanamientos y tres inspecciones en viviendas en ambos departamentos. Éstos culminaron con doce personas detenidas y la incautación de:
• Dos autos.
• Dos motos.
• 31 celulares.
• 52.110 pesos uruguayos.
• 1.542 pesos argentinos.
• 87,48 gramos de marihuana.
• Tres sistemas de DVR.
• Un televisor.
• Tres cámaras de video.
• Una cámara digital.
• 6 cartuchos calibre 22.
• Una chumbera.
• Un rifle calibre 22.
• Una réplica de revólver.
• Tres pendrives.
• Una canana de cuero, un correaje y un corte carcelario.
Tras estas actuaciones la Justicia Letrada de Colonia dispuso las condenas de nueve de los detenidos por delitos de venta de drogas con penas que van de los dos años y seis meses a los cuatro años de penitenciaría efectiva, mientras que hubo un formalizado con prisión preventiva por 120 días, un condenado con libertad a prueba y arresto domiciliario total por un año y otro recuperó su libertad.