Por Santiago Carbone
El árbitro marca el final del encuentro, los fanáticos abandonan las gradas para retornar a casa y las luces del estadio se apagan. Así es parte de la historia que el fútbol escribe cada fin de semana en Uruguay.
Pero existe otra cara, esa cuyos protagonistas son quienes dedican muchas horas de lunes a viernes para mantener el normal funcionamiento de lo que sucede antes de que los futbolistas salten a campo de juego por 90 minutos.
Muchos de ellos lo hacen en clubes humildes, donde la pasión que cada uno pone es un pilar fundamental para que el balón nunca deje de rodar.
Cinco de estas historias salen a la luz de la mano de la película uruguaya «Al final del partido: El otro lado de una pasión», producida por Mario Jacob y dirigida por Federico Beltramelli.
En esta, cancheros y utileros de clubes de distintas categorías muestran cómo llevan a cabo su labor diaria, esa que muchas veces los fanáticos desconocen.
CAPACIDAD DE RESILIENCIA
Salir de compras, cocinar, lavar la ropa, ordenar el calzado o cuidar el césped de los campos de juego. Esas son solo algunas de las tareas que los protagonistas hacen día a día.
Beltramelli dijo a EFE que estas personas son «de la misma madera» que los jugadores uruguayos. Al mismo tiempo destacó la capacidad de resiliencia en cada uno.
«Esta película va al encuentro de personas. Por supuesto que en el medio está el fútbol, los rituales, los clubes y los espacios, pero lo que uno encuentra después que pasa esa capa, después que logramos mostrar esa parte del fútbol uruguayo, que también es importante, son distintas personas», explicó.
Explicó que atrás de cada club de barrio hay un grupo de personas que le dan a este un sentido de pertenencia como el que quizás no tiene ninguna otra institución.
«Está aquel absolutamente dominado por la pasión, está el otro que es el trabajador, pero que también tiene una conexión permanente con el cuadro. Después hay historias de vida muy interesantes, gente que pasa mayormente su vida dentro de los estadios», detalla.
Uno de los protagonistas da una muestra de ese amor que resalta Beltramelli: «Cuando yo muera me tienen que tirar en la cancha del club. El club es mi segunda casa», dijo
Otro personaje dice que pasa más en la cancha del equipo que en su propio hogar.
«UNA COSA MUY NUESTRA»
El periodista Jorge Señorans, encargado de llevar adelante la investigación para esta película, dijo a EFE que en esta se encuentran historias tal vez difíciles de entender en otros países.
Por eso, al ser consultado sobre qué le contaría a un extranjero sobre el contenido, sostuvo: «Se va a encontrar con una cosa muy nuestra, muy arraigada, muy de barrio, muy de idiosincrasia uruguaya. Por ahí es difícil de entender para ellos o por ahí los hace entender el motivo por el cual para muchos el fútbol uruguayo es milagroso».
Señorans también habló de la pasión que cada personaje pone para que el fin de semana su equipo sume tres puntos.
«Todos en su rol tratan de dar lo mejor para llegar a ese cometido. Obviamente no todos van a ser campeones. Generalmente estos equipos no tienen la fortuna de pelear campeonatos», explicó.
Añadió que esa pasión que cada uno tiene por su camiseta y por su escudo es la que cada uruguayo adquiere desde pequeño cuando le regalan su primera pelota.
«Atrás de eso hay una palabra con la que empezamos a convivir que es ganar. Todas estas personas que vos vas a ver en la película están detrás de ese sueño, justamente, que es ganar», concluyó.
Así viven los personajes de «Al final del partido: El otro lado de una pasión» y otras cientos de personas vinculadas a diversos equipos de un país que respira fútbol. (EFE)