Por Iñaki Dufour
Tras la llegada de Diego Alonso a la selección uruguaya, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) integró la estadística avanzada para complementar sus análisis del equipo, los rivales y sus partidos, rumbo a Qatar 2022, con más de más de 200 métricas a disposición de cada encuentro y de cada oponente, desde los tiros a portería hasta el modelo de peligro esperado, desde la zona por dónde ataca hasta por dónde sufre más un adversario para anticiparse a todo lo que podría pasar en cada lance, en cada duelo, en cada centro en el Mundial en el que debuta el próximo jueves frente a Corea del Sur.
«Vamos desarrollando y generando métricas propias de la industria, que lo que intentan medir es el mérito y analizar el rendimiento desde una perspectiva estadística, sabiendo que el juego es un poco impredecible, pero al final la estadística avanzada y el big data genera modelos de probabilidad y, sobre todo, lo que hacemos con Uruguay y los clubes que en general nos contratan es intentar visualizar a través de los datos todo aquello que aunque no pase podía haber pasado», explica a EFE Alejandro Arroyo, portavoz de ‘Driblab’, la consultora española de ‘big data’ fundada en 2017 y con sede en Madrid que proveé de estadística avanzada a la selección celeste en el Mundial para analizar rivales y partidos.
«Si un jugador está rindiendo bien, pero en determinadas métricas sus compañeros no le están ayudando, no va a aparecer que ha dado ‘x’ asistencias o que de alguna manera se está viendo el rendimiento que realmente tiene el jugador. Entonces, jugamos con esa probabilidad. Hablo de goles esperados, asistencias esperadas, peligro esperado… Por intentar darle el mérito al jugador y al equipo en cuestión ver cómo está siendo su rendimiento más allá del resultado, porque en el fútbol confluyen muchas variables que nosotros intentamos aislar», abunda.
«Tenemos modelos de contribución de pase que no tienen sólo en cuenta el acierto del pase sino la intención midiendo un poco la recompensa y el riesgo, teniendo en cuenta que a lo mejor un jugador da un 94 por ciento de acierto en el pase, pero no está dando recompensa al equipo, porque siempre toma la decisión más sencilla o pasa hacia atrás. Tenemos modelos que tienen en cuenta la posición de los jugadores. Se le da más mérito al pasador que rompe líneas, que corre riesgos, si está más presionado o no», explica desde ‘Driblab’.
«LOS DATOS SON EL SOPORTE DE MUCHA INFORMACIÓN»
Es el ‘big data’ aplicado al fútbol, un deporte no tan acostumbrado a una visión tan numérica, en un torneo de la dimensión de un Mundial, en este caso Qatar 2022, cuando el cuerpo técnico tendrá a su disposición «más de 200 métricas» para analizar cada jugador, cada partido, cada rival, desde diversas perspectivas, posición por posición, zona por zona del terreno de juego, como por ejemplo saber cuando un guardameta tiene más posibilidades de atrapar un centro al área, dependiendo de los miles y miles de centros que se han ejecutado en un córner o balón parado y de la zona en la que cae.
«Hoy en día, lo datos tienen una información muy relevante. En el área de vídeo análisis complementa un montón lo que hacemos durante la realización de vídeo. Los datos son el soporte de mucha información. El respaldo. Nos ayuda a confirmar un montón de patrones que podemos identificar por medio de la imagen. Es un complemento muy bueno para todo lo que es la imagen», explicaba antes del inicio de la concentración para el Mundial Andrés Paysee, integrante del cuerpo técnico de la selección mayor de Uruguay y coordinador del área de videoanálisis, a los medios oficiales de la AUF.
«Durante el partido te pueden confirmar un montón de patrones que se están repitiendo en función de lo que viste anteriormente del equipo propio y del rival. Te puede despertar alguna conclusión que, de repente, por medio de la visualización no ves tan claro», añadió.
«Los datos los usamos mucho para información con la parte que hacemos de análisis y video. Lo mezclamos y buscamos la trazabilidad con la parte física para llegar a conclusiones del juego», afirmó Marcelo Mayor, analista del cuerpo técnico de Diego Alonso en la selección uruguaya, en declaraciones recogidas en la página web oficial de la AUF.
«Por partido, usamos mucho los datos, hacemos un resumen del partido que estamos visualizando, vemos cantidad de llegadas de ambos equipos, situaciones individuales, opciones de pelota quieta… Vemos distintos datos que nos llevan a conclusiones de lo que es el partido para después hacerlo con el cuerpo técnico y llegar a conclusiones», agregó Mayor, que enfocó al balón parado, donde utilizan «mucho» la estadística avanzada.
POR DÓNDE ATACA UN RIVAL, CÓMO PROGRESA, DÓNDE CENTRA…
«Tenemos una plataforma con un apartado de análisis del rival que, cuando el cliente tenga que enfrentarse a un equipo concreto, puede ver rápidamente el análisis del rival todas las cosas que tenemos desarrolladas para analizarlo. Desde dónde ataca, dónde centra, cómo progresa, qué formación usa, qué cambios hace, qué cambios son los más repetidos, posición por posición, nombre por nombre, qué variantes tiene el rival, qué jugadores han jugado más minutos… O una herramienta muy interesante que intentar medir cuál es el impacto de uno, dos o más jugadores cuando están en el campo y cuando no», apunta Alejandro Arroyo, portavoz de Driblab, en una conversación con la Agencia EFE.
«Tenemos varias acciones en función a lo que nos brinda tanto la plataforma como los informes que nos llegan de seguimiento bastante amplio de los jugadores uruguayos, que nos permiten hacer un seguimiento de la parte estadística de todos sus partidos. Ahora con el Mundial nos permite de cada uno de los rivales tener algunos patrones en función de las estadísticas y toda esa información poder procesarla, ordenarla e interpretarla para darle al cuerpo técnico algunas conclusiones del juego, complementando con la imagen», expone Paysee, coordinador del área de videoanálisis de Uruguay. El jueves aguarda Corea del Sur. (EFE)